A pesar de llevar meses en un debate electoral en todo el país y en nuestra provincia, caracterizado por legítimas competencias internas y de candidaturas, a cualquier ciudadano llama la atención la escasez de propuestas concretas que cambien una situación económica y social caótica.
Por medio de encuestas y medios de comunicación, conocemos las marcas políticas que se presentan y las candidaturas que se perfilan. ¿Propuestas? Bien, gracias.
Por eso, creo que es hora de que seamos claros con la comunidad y sepamos comunicar nuestras ideas para la gestión y que sepamos saber escuchar lo que los ciudadanos tienen para aportar.
En el caso de Junín, en los últimos 20 años hemos tenido tres gestiones. Miguel, Meoni y Petrecca. Se han dado grandes pasos para el progreso de la ciudad. La ciudad necesitaba modernizarse y, en parte, lo hizo. Para los que no somos profesionales de la política, no tiene demasiado sentido ver los vasos medio vacíos. Prefiero quedarme con lo que se avanzó desde el estado municipal. Lo importante es lo que logramos avanzar y lo que nos queda por hacer.
En esta crisis que vivimos se dan factores que complicará la gestión de cualquier dirigente, sea del partido o del frente que sea: aumento inédito de la pobreza, desgaste de las infraestructuras productivas y logísticas y una desconfianza generalizada de los ciudadanos. Desconfianza que no solo se refiere a la política, sino hacia gran parte de nuestras instituciones, sea el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo, grandes empresas o gremios. Para los vecinos hoy, el Estado, parece centrarse en anuncios llamativos, simples declaraciones y enunciados. Un Estado que hace muecas, “hace como que hace” pero, al final, nos quedamos igual.
Cuando decidí iniciar el camino de ser candidato a la Intendencia de Junín me propuse dos cosas: decir la verdad y ser claro en lo que digo. Llego a la política con propuestas concretas, basadas en nuestra realidad y claras para todos. Tengo una empresa y muchos me conocen liderando una cámara empresarial. Quienes gestionamos un negocio, como quienes administran una familia o un emprendimiento, saben que los principios, los valores, son siempre los mismos: ver la realidad tal como es y tener total claridad sobre lo que se quiere.
¿Qué es Junín hoy? Una ciudad de 100.000 personas, con un desarrollo industrial y productivo que viene desde hace décadas, con una posición estratégica en el noroeste de la provincia, ubicada en un cruce clave como el de las rutas nacionales 7 y 188 y la ruta provincial 65, cercana a Rosario, a Córdoba, a Buenos Aires, vinculada al desarrollo agroindustrial y a los servicios, al comercio, a la tecnología y al sector administrativo.
Todos los elementos para ser una gran ciudad que atraiga profesionales, que ofrezca servicios logísticos de primera calidad, con un proyecto educativo y productivo que la convierta en un punto de atracción de talento y de generación de puestos de trabajo. Un lugar para lo que más necesita Argentina: generar valor agregado.
Sin embargo la ciudad está adormecida. El desempleo femenino es el doble que el masculino. La suba de la pobreza impacta en la ciudad, a pesar de la contención municipal, el empleo informal no ofrece perspectivas. Hay aspectos que dependen de un contexto nacional y provincial adverso, sin duda. Pero otros aspectos pueden tener una impronta mayor por parte del gobierno local.
Renovar el Parque Industrial
¿Ejemplos? En el parque industrial, que tiene que ser un yacimiento de empleo para la ciudad, los valores de los lotes son muy altos, falta infraestructura y asfalto: cuando llueve, los camiones se quedan encajados. En eso, el Municipio puede hacer mucho. La Zona de Actividades Logísticas, presentada hace casi un año, no ha tenido movimiento apenas movimiento. Todo eso nos hacer perder oportunidades y, hay que recordarlo, cada oportunidad perdida es un empleo perdido, un puesto de trabajo no creado.
Por eso, quiero conversar con los vecinos para proponerles nuevas metas para la ciudad.
Pongamos un ejemplo conocido: la modernización del estado local. Tenemos un Plan Informático, una Escuela que forma en tecnología a los jóvenes, incluso un censo de talentos locales que se inició el año pasado, pero del que apenas tenemos noticia. Esas apuestas correctas por la economía del conocimiento no se corresponden con la realidad del funcionamiento municipal.
Digitalizar Junín
El Municipio está anticuado, el acceso on line a los servicios deja mucho que desear, el papel abunda y con eso abundan los obstáculos, los trámites y el tiempo perdido en poner en marcha un negocio o pagar los tributos. Quiero una ciudad que se proponga estar 100% digitalizada para 2027. Una ventanilla única electrónica que permita a los emprendedores hacer sencilla y rápidamente sus trámites. Quiero un municipio que aproveche todas las ventajas de la conectividad de la ciudad para simplificar la vida, no para complicarla. La puesta en marcha del expediente digital es clave para esto.
Impulsar la ZAL
Quiero un gobierno local en Junín capaz de activar de inmediato el posicionamiento de la ZAL para atraer empresas y hacer los esfuerzos necesarios para modernizar el parque industrial, lograr que los lotes se vendan, se ocupen, con una gestión municipal más comprometida. Aún queda espacio por rentabilizar en el parque industrial, un espacio que por cierto, hay que mantener cuidado y en orden. Cada empresa asentada en el ZAL será una fuente de trabajo y riqueza local.
Quiero un gobierno local en Junín que sepa vincular las distintas iniciativas educativas a la producción y enfocadas en generar profesionales y empleados calificados. Hay buenas iniciativas en marcha, pero tenemos que dar un paso más hacia una política local integrada y comprometida con hacer de Junín un centro educativo clave.
Podemos atraer más habitantes y eso es bueno para el comercio y para el crecimiento de la ciudad. Podemos atraer profesionales jóvenes que pueden encontrar en la ciudad mejores condiciones de las que encuentran en Capital Federal.
Tenemos una gran oportunidad como ciudad. No nos faltan atributos. Pero necesitamos una hoja de ruta clara, necesitamos un plan específico para saber hacia qué horizonte caminamos. Esta es la discusión que tenemos que tener y la política tiene que estar a la altura. El desarrollo, el empleo, el crecimiento de las empresas y de las oportunidades en nuestra ciudad dependen de ello.
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