Por Claudio Eduardo Ringelman Jaquez (*)
Desde el área de Educación y Psicología de la Fundación Runachay, este domingo escribiremos acerca de la temática trabajo y psicoanálisis.
Pensar en el trabajo como actividad creadora, implica concebir al trabajo como medio de relación y de reproducción social en sus dos dimensiones, la dimensión alienante, en tanto el trabajador a través del ofrecimiento de su fuerza de trabajo pierde eso de lo que se apropia el capitalista, la plusvalía, único interés de acumulación por parte del capital, el capital por el capital mismo, y la dimensión de construcción subjetiva, en tanto el trabajo en una sociedad capitalista, en la medida que aliena (produce síntomas psico-sociales), produce subjetividad, ya que crea relaciones en las que se actualizan la tres dimensiones del sujeto, la dimensión deseante, la cual refiere a que todo sujeto es sujeto de deseo del Otro (Lacan), la dimensión productiva, en relación a que todo sujeto hace con otros (Marx), y la dimensión cognoscente, en tanto el conocimiento del sujeto se da en relación a un contexto estimulante (Piaget).
Se puede afirmar que una dimensión va de la mano de la otra, en el sentido que a mas alienación, mayores síntomas psico-sociales. En esta linea, vale pensar al trabajo como causa de sufrimiento o causa de placer. La pregunta sería, ¿que es lo que hace que el trabajo se transforme en una fuente de sufrimiento, o por el contrario en una fuente de placer?. En primer lugar tenemos que ubicar la subjetividad y singularidad de cada persona (trabajador) en el contexto laboral, y conjuntamente con ello, las condiciones formales (objetivas) de cada trabajo, como así también las condiciones subjetivas y dinámicas grupales que se dan en los grupos de trabajo.
Trabajar implica enfrentarse todos los días a peligros tales como el miedo, el aburrimiento, la humillación, la vergüenza, el sentimiento de injusticia, etc. Sin embargo, no todos los trabajadores son afectados de la misma manera por estos peligros, es por ello que surge la pregunta, ¿que hace que ante los mismos peligros, para algunos trabajadores el trabajo se transforme en una fuente de sufrimiento?. Y aquí valen los aportes del psicoanálisis para tratar de entender al trabajo como aquello que se hace, que muchas veces no tiene nada que ver con lo prescrito, pero también implica entender al sujeto (trabajador) como portador de una historia singular, con esperanzas y deseos, y que justamente será a través del trabajo que el trabajador buscará proyectar esa historia singular en una historia de reconocimiento.
Cuando confluyen la historia singular con el reconocimiento grupal por parte del contexto laboral el trabajo se vuelve una fuente de placer, pero cuando esa historia singular no puede ser alojada por el reconocimiento del grupo de trabajo, el trabajo se convierte en una fuente de sufrimiento. Es muy importante poder trabajar las dinámicas laborales. Pues en definitiva trabajar no es otra cosa que hacerse un lugar para hacer y hacerse con los otros.
(*) Psicoanalista MP: 56783 Integrante de PULSAR
Correo electrónico: cringelman@gmail.com
++++++++++++++++++
También puede interesarte:
• Todo el Deporte en: La Deportiva
• Escuchar las notas más importantes en: LT20 Radio Junin
• Escuchar LT20 Radio Junín en VIVO: Escuchar ahora