Por Claudia Birello
Para Grupo La Verdad
Se afianzaría definitivamente en 1915 con la inauguración del edificio que aún hoy sigue en pie. Su creación, directivos y docentes que pasaron a lo largo de las décadas fueron reflejadas desde 1917 por las páginas de La Verdad.
LOS PRIMEROS INTENTOS EN EL SIGLO PASADO
Según datos recogidos, el 24 de septiembre de 1832, don Blas Mancebo – a quien Rosas había concedido la construcción de las obras de gobierno en Fortín Federación, eleva a su consideración el presupuesto para la erección de una iglesia, casa del cura y de una escuela.
El cálculo de gastos estaba fijado en la suma de $ 12.000 excluido el transporte de material.
Los mencionados edificios estaban concluidos en marzo de 1883. La escuela constaba de dos salones. El primero de seis varas de largo y tres de ancho, con dos ventanas y una puerta de dos hojas. El segundo de nueve varas por seis de ancho, con un tabique que lo dividía en dos partes, en una de las cuales vivía el señor Mancebo, en tanto que en el primero de los salones se instaló provisoriamente la carpintería para las obras del Estado. Tenía además una cocina de barro con techo de paja, un rancho de adobe que sirvió para alojar a los albañiles y un pozo de balde similar al de la iglesia. Este edificio se sitúa en la actual calle Rector Álvarez Rodríguez, en el solar donde hoy se encuentra la Escuela N° 1.
El 11 de diciembre de 1833 fue designado Capellán Castrense, el Presbítero Carlos Torres. El templo se inauguró a fines de 1834 bajo la advocación de San Ignacio de Loyola. En ese año de 1834 no hay pruebas de enseñanza escolar. No se han tenido en cuenta las observaciones del Capellán Torres que, en el año 1832, desde Salto comunicaba a Rosas la necesidad de nombrar algún Teniente Cura para que le ayudara en el Fuerte Federación a dar instrucción religiosa y de primeras letras a los pocos párvulos de la época. Eso sería posible los domingos día que viajaba a la misión. Existen unos papeles sin fecha, del año 1838, donde expresa el mismo sacerdote, que hay necesidad de dar instrucción los sábados por la tarde, a 17 niños en edad de aprender, o por lo menos a 7 de ellos (varones); y en otras hojas una evidente contradicción. Se deja entrever que “soldados con familias dados de baja, desertores y los que llegaban a probar fortuna en el fuerte, se les impartía cierta instrucción. Pero cuando empezaban a aprender, desaparecían con sus familias, siguiendo sumidos en la ignorancia.
Pasaron años en que Junín carecía de Escuelas. Algunos investigadores sitúan la primera en calle Álvarez Rodríguez 10, local de propiedad particular que según documentos fue la primera casa de ladrillos cocidos en el Fortín Federación, al mismo tiempo era iglesia asistida por el Padre Torres, que venía periódicamente desde Salto para impartir catecismo y primeras letras. La remota escuela mandada a construir por Rosas debió clausurarse por funcionar en un local inadecuado y deteriorado por la acción del tiempo, debido a su precaria construcción y la falta de maestro, pues no se encontraba uno dispuesto al riesgo y sacrificio que significaba el establecerse en un desierto inhóspito como era entonces el pueblo.
El 5 de diciembre de 1860, siendo Director de Escuelas don Domingo Sarmiento, dicta un decreto creando la escuela mixta pues, según el Juez de Paz de Junín, existían 96 niños y 83 niñas sin recibir educación.
A principios del año siguiente, el 3 de abril de 1861, se envían útiles para el funcionamiento de la escuela de varones pues la de niñas, por falta de comodidades en la casa-escuela, no se pudo concretar.
El primer maestro fue Telésforo Chaves, preceptor que cobraba 600 pesos mensuales. Esta escuela funcionó unos pocos meses, pues el Coronel Eustaquio Frías se encontró en la necesidad de instalar en él, la Comandancia Militar, llegando en 1866 a servir de caballeriza del Ejército.
Por otra parte, en la Memoria de la Municipalidad de 1862 se dice: “Está por terminarse la escuela de ambos sexos, de 50 varas de frente por cinco y media de luz, con ocho ventanas de reja, al frente de la plaza, y seis puertas. Faltan aún dos piezas interiores y demás oficinas necesarias. Consta en los archivos oficiales, que el edificio empezado por el constructor, Don Luis Rapelle en 1862 y que fue terminado por Delfín Bessio en 1869, no llegó a habilitarse nunca para escuela, por su notable deficiencia, hasta ser demolido años después. No obstante ello, tenía nombrado un maestro, el señor José María Zambrano, reemplazado posteriormente por el señor Adolfo Medina que, al comprobar la falta de edificio renunció de inmediato, regresando a Buenos Aires.
UNA LABOR SIN INTERRUPCIÓN
En el año 1865 se reabre la escuela sin interrupción hasta el presente. Para ello la Municipalidad alquiló a su secretario, señor De la Rosa, un local en la calle Belgrano, a la altura del actual Archivo de Tribunales, cambiando el establecimiento de edificio en varias oportunidades (los alquileres oscilaban entre los 300 y 500 pesos mensuales). Se nombra maestro nuevamente al señor Zambrano, siendo posteriormente reemplazado, sucesivamente, por Don Santiago O´Donell (1865), Juan Milburg (de 1866 a 1868) y Juan Bartolomé Givocho.
En el año 1866 se abre la Escuela de Mujeres en otro edificio y en mayo de 1867 fue creada por la municipalidad, una Escuela para adultos, que funcionaba en el mismo local que la escuela de varones, con distintos horarios pero con el mismo maestro, el señor Milburg.
Llegamos al año 1884, en el que se inaugura en el mismo lugar donde se levantaba la otra escuela ya demolida, un mejor edificio, conseguido por Ley de la Provincia de Buenos Aires, patrocinada por el Comandante Don Ataliva Roca. Escuela mixta dividida en dos secciones.
Parece probable que la primera escuela mixta fue dirigida por Doña María Darré, vecina de Chivilcoy.
En el año 1913, la Escuela fue demolida nuevamente, levantándose en su lugar el actual edificio donado por Alejandro Estrugamou, a la memoria de su señora madre, Doña Catalina Larrart de Estrugamou y cuya inauguración oficial se realizó el 6 de abril de 1915.
LA INAUGURACION DEL ACTUAL EDIFICIO
La inauguración fue un acontecimiento trascendente en esa época. Asistió el Director General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires y el Consejo Escolar comunicaba a la Directora de entonces, señora Sara Fernández de Iribarren, que las clases se suspenderían en el turno de la tarde pues algunas escuelas del distrito –incluyendo a la N° 1-, se concentrarían en la Plaza 25 de Mayo, a las 3:30 de la tarde”.
El edificio fue proyectado por el arquitecto, Don Luis Rocca y su costo ascendió en esa época, a $ 250.000.
HABLA EL SR. ESTRUGAMOU
En horas de la tarde del 6 de abril de 1915, el donante, don Alejandro Estrugamou, entregaba en nombre de la memoria de su señora madre, Doña Catalina Larrart de Estrugamou, el nuevo edificio, en presencia de una reducida comitiva en la que figuraban, entre otros, el Dr. Benito de Miguel, Don Esteban Cichero, Dr. Eduardo Battilana y Don Ramón López.
Don Alejandro Estrugamou dijo en esa histórica oportunidad, “al edificar esta escuela, he querido recordar a mi madre que ha vivido y ha sufrido luchando siempre por el bien de sus hijos”, para agregar que “Tengo el gusto de mencionar a la distinguida señora Elisa C. de Schultz, que ha contribuido a la obra de esta escuela, haciendo las gestiones para que mi donación fuese aceptada y también se activó esa edificación por sus solicitudes”.
CUERPO DIRECTIVO Y DOCENTE DE 1915
Al inaugurarse el edificio, ejercía la dirección del establecimiento la señora Sara Fernández de Iribarren, auxiliada por la secretaria Blanca Ofelia Borchex y el siguiente conjunto de maestras: María Luisa Guido de Denti, Adalgisa Cavallini, Olinda Castellanos, Corina Zunino, Adalgisa Raquel Villafañe, Martina Martínez, Martina Rosa Canavesio, Felisa María Nani, María E. Irisarri, Evangelina Mones Ruiz, María G. Roldán, Alejandrina Mercado, María Esther Lacourt, Matilde Concepción Larrory, Margarita Estela Barés, Victoria Zerbini, Delia Villafañe, Teresa Zerbini de Zotti, Asunción Centurbi de Damasco, María Angélica Fernández Lan, Inés Borlenghi y Carolina Maturi. Ejercía las funciones de portero, Don Máximo Queirolo.
EN 1965
La Escuela N° 1 que incorpora a su misión, por gestión de sus actuales autoridades todo cuanto la escuela moderna aconseja para el bienestar comunitario dilatando su acción más allá del fin instructivo – educacional, está dirigido por la directora y profesora Elsa Alicia Capurro de Magnoni, a quien secunda como vice directora interina la señora Elvira Larraza de Páez, la que próximamente cumplirá 28 años de labor docente (la vice directora titular es la señora Ilda Isidora Huarte de Bonardi).
Secretaria, Sra. Iris Perla Mierzo de Fornasari, Auxiliar Bibliotecaria Sra. Juana Almarza de Pagella, Auxiliar Cooperativa, Sra. Cilde Perla García de Remy, Auxiliar Bibliotecaria Sra. Rosa Carpera de Cintora; Secretaria, Sra. Élida Ernesta Chiesa de Gómez; y maestras de grado, Isidora María Guruceaga, Elva Olga Ordiales de Peralta Peretti, Briseida Laura González de Jaureguiberry, Matilde Dolores Estradé de Felipe, Juana Rosa Venini, Elda María R. Bonzón de Polzella, Eleonor Pérez de Maggi, María Celia Manzanos, Nidia Noemí Gnazzo de Sanjorge, Josefa Sofía Kazarián, Olga Margarita Romagosa de García, Hilda Nora González de Melián, Blanca Beatríz Miñones de Carbonel, Gloria Clara Monti de Lagorio, Beatriz Elena Crisorio de Gabrielli, Ethel Marìa Alejandrina Rizzi, Nélida Blasetti de Almeida, Dilma Noemí Rieu, Nivia Irma Rieu, Anita Haydée Herrero de Balbuena, Wilma Edelma Barbera de Nasta, Florentina Prieto y María Soledad Marlia de González.
Personal suplente: María Emilia Mc Loughlin, Dominga Flérida García de Montagna y Blanca Iris Iglesias de Ferrarotti. Personal Auxiliar (de servicio y maestranza), Margarita Lucía Morales de Etchegoin, Teresa Clemente de Zanotti, Rosa Joaquina da Costa y Noélida Toro.