El juninense Nicolás Burgos, surgido de las inferiores de 9 de Julio, cuenta con un gran paso por Boca Juniors y San Martín de Corrientes, el pivote de 2.07 metros se ha consolidado como una de las promesas del básquet de la ciudad. Su gran envergadura, movilidad y capacidad para proteger el aro lo convierten en un jugador muy valorado por los entrenadores. Burgos, quien sueña con jugar en el exterior, sigue trabajando duro para alcanzar sus objetivos.
Nicolás dio sus primeros pasos en el mundo del básquet con tan solo cuatro años, vistiendo la camiseta de Los Indios en sus principios. Más tarde, se unió al Club Junín, donde además disfrutaba de las actividades de la colonia. Sin embargo, el fútbol capturó su atención por un tiempo, generando una pequeña pausa en su relación con el básquet. No obstante, la influencia de su primo, quien jugaba en 9 de Julio, lo llevó a reencontrarse con su primera pasión. Las tardes en casa de su abuela, compartiendo la cancha con familiares y amigos, fueron el puntapié inicial para una trayectoria que no paró de crecer hasta el día de hoy.
El básquet se fue transformado en una parte fundamental de la vida de Nicolás. Su condición física, ya que cuenta con una gran altura, lo favorecían en el deporte, pero fue su determinación y espíritu competitivo lo que lo llevaron a destacar. Su entorno, lleno de apoyo y aliento, jugó un papel crucial en su desarrollo como jugador. La confianza que depositaron en él lo motivó a superarse constantemente.
A principios de 2020, previo a la pandemia, Nicolás tuvo su primera experiencia lejos de Junín, viajó a Buenos Aires para realizar una prueba en el club Boca Juniors. Sin embargo, debido a las restricciones sanitarias, su estadía en la capital fue breve. Luego de algunas semanas de entrenamiento, regresó a su ciudad. Unos meses más tarde, en noviembre, fue nuevamente convocado para reemplazar a algunos jugadores hasta enero. Luego de un breve receso, recibió una nueva convocatoria y desde entonces se mantuvo en el plantel “xeneize” durante cuatro años.
La experiencia en Boca fue un antes y un después en su carrera. Pasar de Junín a un club tan grande fue un salto de calidad enorme. Los entrenamientos eran mucho más intensos, con dos sesiones diarias de tres horas, algo a lo que aspiraba para mejorar su nivel, “salir de mi zona de confort era justo lo que buscaba. Al principio, adaptarse fue un desafío, ya que no conocía a nadie y todo era nuevo. Pero poco a poco, gracias a la confianza de los entrenadores y mis compañeros, me fui integrando al equipo. Sin dudas, fue una etapa fundamental en mi crecimiento como jugador”.
A pesar de dejar Boca Juniors, Nicolás Burgos continuó su carrera de manera activa. Tras su paso, a préstamo, por San Martín de Corrientes, donde jugó durante cuatro meses, el pivote recibió una nueva oferta para jugar en Liga Argentina que es la segunda división de Comunicaciones, también a préstamo.
Nicolás vivió una experiencia inolvidable cuando fue convocado a la Selección Argentina U15. Inicialmente, no figuraba en la lista, pero dos días más tarde recibió la emocionante noticia de que había sido seleccionado. Esta oportunidad le permitió representar al país y competir al más alto nivel, marcando un hito en su joven carrera, “pude jugar el mundial y fue una experiencia tremenda un lindo viaje y me quedaron muchísimos recuerdos”. Años después siguió siendo convocado hasta llegar a U19 una categoría mayor a su edad en ese momento.
Uno de los instantes más destacados en la carrera de Nicolás fue sin duda su debut en la primera de Boca. Vestir la camiseta “xeneize” y competir en la máxima categoría del básquet argentino representó la culminación de años de esfuerzo y dedicación. Su paso por la Liga de Desarrollo fue fundamental para su formación como jugador profesional, permitiéndole adquirir la experiencia necesaria para dar el salto a Primera.
Las metas de Nicolás son grandes y abarcan distintos aspectos de su carrera. A corto plazo, se enfoca en destacarse en la Liga Argentina y buscar una nueva oportunidad en la Liga Nacional. A largo plazo, sueña con jugar en Europa, especialmente en España, una liga que admira y respeta.
Como todo deportista Nicolás busca seguir creciendo y progresando en el deporte para poder cumplir todos sus sueños por eso aprende día a día en su presente “hay jugadores de mucha experiencia en el equipo, también es un gran plantel con muy buenas personas, entonces es más fácil para aprender y con eso quiero tratar de agarrar la mayor confianza posible, tratar de estar bien físicamente que es algo, que a mí se me complica y nada tratar de tomar cada cosa que pueda aprender tanto de los jugadores como el cuerpo técnico para que me sirva para más adelante como también ir ganando experiencia en el juego, los minutos que tenga tratar de aprovecharlos al máximo, tener la oportunidad de tratar de hacerlo lo mejor posible y que nos vaya de la mejor manera en la temporada, si es compitiendo con todo el ascenso, muchísimo mejor y seguir aprendiendo siempre”.