Por Redacción Grupo La Verdad
Tras los duros conceptos del secretario general de ATSA Junín, Héctor Azil, a Grupo La Verdad, referidos a la situación actual de la clínica IMEC, el administrador del centro asistencial Oscar Canavese dialogó con este medio e hizo un ‘racconto’ de lo sucedido en los últimos tiempos.
En principio, Canavese sostuvo que IMEC fue perdiendo bastante “su imagen” producto de las “malas administraciones” reiteradas. Asimismo señaló que “la pandemia” agudizó la crisis económica de la empresa.
“La clínica pasó por varias manos en el último tiempo, se ha desmejorado la credibilidad ante los proveedores. Yo llego por intermedio de una consultara para la liquidación de la empresa, y el directorio saliente decidió hacer un control de la misma para ver si se podía, en este caso, vender”, detalló el entrevistado.
“Hoy la empresa tiene una deuda millonaria, que asciende a los 400 millones de pesos. Era inviable la compra, por eso se empezó a trabajar de manera conjunta. Tomé las riendas para poder mantenerla abierta, se generó un convenio de alquiler y estoy a cargo de la nueva administración. Estos traspasos requieren tiempo, la clínica hoy está prácticamente cerrada. No hay guardias, no hay médicos, no hay UTI. En estos momentos la clínica es un salón vacío, pero lleno de empleados”, refirió asimismo.
“Se están cerrando convenios, ahora hay una nueva empresa. Tenemos más del 40 por ciento de los convenios ya firmados y se espera que para la semana próxima ya todo vuelva a la normalidad, por decirlo de alguna manera. Ya está programada la apertura de la Guardia, de la atención clínica, y nos resta cerrar el convenio de UTI”, remarcó.
“Que no cierre”
En la continuidad del diálogo, Canavese subrayó que “el intento es que la clínica no cierre, la gente de aquí es muy responsable. La idea no es cerrar, tuvimos que reducir personal. La clínica tenía 125 empleados y para que esté operativa con 65 personas está bien. Hablo en función de las camas que tenemos. Sin reducir es imposible sostener. Neto líquido nos quedan 15 millones de pesos cuando solamente la masa salarial del personal asciende a 12 millones de pesos. A eso hay que sumarle toda la cuestión clínica y todo el servicio de UTI. Era inminente una reducción de gastos para equilibrar”.
Y ahondó: “Cuando digo que no queremos cerrar la clínica, digo también que estamos generando convenios para generar cuestiones privadas con monotributistas y con sindicatos. Queremos reabrir nuevamente el servicio de Neonatología. El objetivo es equilibrar fiscalmente esto de ahora en adelante, para eso consultamos con los empleados y con los sindicalistas. La tormenta ha sido muy fuerte, pero esto se está revirtiendo en un marco de transparencia. Las pérdidas también es cierto que se agudizaron con la pandemia. Y desde PAMI Andrés Merani siempre está dispuesto a escucharnos y a acercarnos soluciones”.
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