Por Claudia Birello
Para Grupo La Verdad
Es muy difícil condensar en dos páginas, la historia de una industria local que nació allá por el año 1917, pero se pueden encontrar en las páginas de La verdad, a través de las décadas, hitos que marcaron los momentos más destacados.
Santiago Mattiazzi dejó como legado para la ciudad, haber sido no solo el inventor de la conocida “bomba Mattiazzi” y sus subsiguientes progresos sino además –entre muchos otros desarrollos-, del pulmotor, aquel que en etapa de prueba salvo la primera vida de un bebé recién nacido en la Maternidad Moderna.
LOS TALLERES DE MATTIAZZI
18 de Octubre de 1932- Su fundador es uno de esos hombres superiores en voluntad y creación, de quienes se dice como un elogio máximo, que se han hecho solos.
En 1917, cuando su iniciación, era apenas un pequeño taller con dos o tres accesorios sin trascendencia. Desde entonces han evolucionado hasta el ´punto de que en la actualidad ocupan un solar de 2.700 varas cuadradas.
En ellas –nos dice el Sr. Mattiazzi-, están instaladas, tornería, fundición, calderería, soldaduras eléctrica y autógena, rectificaciones de cilindros, motores Diesel y otras dependencias.
Mattiazzi que, como decimos, nos da esta información gentilmente, es un hombre sencillo, que viste la blusa azul del obrero y que contrariamente a otros triunfadores a quienes el éxito “mareó”, continúan siendo humildes como cuando no tenían nada en el conjunto de los valores de la vida. Verdadero tipo representativo del “self-madmen”, se inició solo, con sus energías y su esperanza en el taller pobre de las primeras armas. Hoy lo rodean 36 obreros que trabajan contentos bajo sus órdenes cordiales.
Desde 1917, época de la fundación de la casa, hasta 1926, Mattiazzi se desenvolvió por sí propio. Después hizo una alianza comercial con don Carlos Rinaldi, asociación que finalizó en el 31 para dar lugar a la actual firma, a la que al rubro primitivo se le ha agregado el sigo de Compañía.
La casa –nos explica-, tiene un vasto radio de actividades mecánicas. Estamos en condiciones de realizar cualquier esfuerzo dentro del ramo a que nos hemos dedicado. En la actualidad estamos instalando las maquinarias de la importante fábrica de cerveza que monta el señor Guerriero y de la curtiembre de Galdeano y Pereyra.
Además –agrega- nuestro establecimiento explota seis inventos propios, correspondientemente patentados. Nuestra preferencia es respecto a los equipos de bombas, de los cuales podemos decir que vendemos un promedio de 500 anuales.
LA EXPOSICION INDUSTRIAL EN JUNIN, DE 1936
El amplio stand ocupado por los Sres. Mattiazzi y Cía., presenta en forma por demás elocuente, el fruto de la labor constante y activísima que se desarrolla en los importantes talleres metalúrgicos de la nombrada firma comercial, que con justa razón ocupa en su género, un lugar de primera magnitud.
La bomba Mattiazzi, muy conocida y bien acreditada en nuestro mercado, ha conquistado un verdadero sitial entre sus similares, revelando inmejorables condiciones que la señalan como un factor de positivos méritos para la rápida y eficaz provisión de agua.
Los Sres. Mattiazzi Hnos. y Cía. que presentan un amplio stand que se destaca ampliamente en el local de la exposición, una muestra de sus reconocidos productos, marcan un elocuente exponente de la enorme magnitud y adelanto alcanzado por la industria metalúrgica en nuestra ciudad.
Llama justamente la atención la exhibición del primer modelo bomba hasta el de la última, perfeccionada, estableciéndose así la escala del progreso.
A la hora de los premios concedidos en la Exposición Industrial, un jurado de honor, consideró a la firma Mattiazzi y Cía., como el receptor de la medalla de oro, instituida por la Sociedad Comercio e Industria.
Vale destacar que el jurado de Honor estaba integrado por el Ministro de Obras Públicas de la provincia, José María bustillo; el director de Agricultura, Ganadería e Industria de la provincia, Agustín Silvani Gómez; Intendente Municipal de Junín, Juan A. Borchex; presidente del Concejo Deliberante, Ramón Frene; director de la Escuela de Artes y Oficios, Leopoldo Campasso; presidente del Rotary Club de Junín, Armando Couget; Cura párroco Dr. Juan M. Respuela; Diputado Nacional Dr. Benito de Miguel; Diputado Nacional Dr. Félix Solana; Diputado Provincial, Dr. Gustavo Pérez Herrera; Diputado Provincial Bartolomé Brignardello; Jefe del Distrito Militar 17, Mayor Alfredo Arrieta; Ingeniero Jefe Mecánico del F.C.P., Ruperto Kimberley; Ingeniero Mecánico Divisional del F.C.P. Enrique Beckwith; Jefe de la Oficina Técnica del F.C.P. Joseph Kember; presidente del Consejo Escolar de Junín, Tomás Leonard; Pte. De la Unión Industrial Argentina, Luis Colombo.
EL PULMOTOR CREADO POR SANTIAGO MATTIAZZI
AGOSTO 1941 -Construcción por parte del conocido industrial local, Señor Santiago Mattiazzi, de un aparato pulmotor que fuera donado a la Asistencia Pública, en cuya repartición ha de prestar seguramente los servicios más eficaces, ya que hombres de ciencia han comprobado su acción efectiva, para los casos donde se requiere la respiración artificial.
CREACION LOCAL
Alentado el señor Mattiazzi por el notable éxito obtenido en sus primeros intentos, luego de aquel primer acierto, se dedicó con el afán que le caracteriza en estas cuestiones de índole mecánica a la preparación de un pulmotor más pequeño, que pudiera servir para e auxilio de los niños.
Calcando los planos del anterior, y luego de hacer los estudios necesarios con sus vastos conocimientos técnicos, el Sr. Mattiazzi, que contó también con el asesoramiento del Dr. Roberto Barriga, materializó su segundo proyecto.
Para este trabajo, el prestigioso vecino buscó todos los elementos necesarios en la industria juninense, lo que evidencia a la vez, su espíritu netamente localista.
El paciente perfeccionamiento del magnífico pulmotor dice también de la inteligencia de su creador.
UN SALVAMENTO
El moderno y flamante pulmotor para niños, fue entregado para los primeros experimentos, a la Maternidad Moderna que funciona en Quintana 167 bajo la dirección de la obstétrica, Sra. Emma C.S. de Provenzano.
Hace pocos días, por así aconsejarlo su estado, fue internada en dicho establecimiento, la Sra. Ana Basso de Caruso, a quien atiende la obstétrica, Sra. Rosa Guerriero de Puricelli.
Ayer, al producirse el parto, las profesionales nombradas notaron con cierta alarma que la criatura asomaba al mundo en un estado de asfixia sumamente peligroso.
Con rápida intervención las Sras. de Puricelli y Provenzano, recurrieron entonces como último recurso, al primer experimento del pulmotor y después de una labor desesperante que llevó más de 45 minutos, la recién nacida empezó a dar señales de reacción con lo cual se fue logrando prontamente su salvación, a medida que en el transcurso de algunos minutos más, se iban pronunciando los movimientos respiratorios del pequeño.
Así se logró la prueba necesaria para dejar establecido que el pulmotor creado por el señor Mattiazzi llena satisfactoriamente su funcionamiento.
CONSTRUIRÁ OTROS
En momentos en que los obreros de su importante establecimiento fabril daban por terminadas las tardeas del día, entrevistamos ayer por la tarde al Sr. Mattiazzi.
Sorprendimos al caracterizado vecino, rebosante de regocijo, pues instantes antes había conocido la novedad registrada en la Maternidad Moderna. Cuando lo abordamos, no pudo retener la impresión de alegría que experimentaba, al saber que su notable aparato había arrancado de la muerte a una criatura.
Después de algunas ligeras explicaciones que nos facilitara, de su creación, el Sr. Mattiazzi nos declaró que de inmediato se entregará a la construcción de otros dos pulmotores para niños, uno de los cuales se entregará a otra casa de salud local y el segundo lo enviará al Hospital Rivadavia, donde lo expondrá al experimento de los hombres de ciencia más capacitados.
Si se obtuvieran entonces, resultados tan halagadores como el que nos ocupa, el Sr. Mattiazzi industrializará su proyecto.
Si esto ocurriera, cabe suponer el enorme económico que esa fabricación proporcionaría al progreso de Junín.
Por el esfuerzo que la iniciativa implica, desde ya auguramos al Sr. Mattiazzi, un feliz término en las futuras.
RECONOCIMIENTO A SANTIAGO MATTIAZI
En el restaurante Costa tuvo lugar el banquete que la Comisión de Fomento del Barrio 9 de Julio auspició en honor del industrial loca, señor Mattiazzi, el cual contó con la presencia de más de doscientas personas, estaban representados todos los sectores de la ciudad pudiendo verse en torno a la bien servida y cordial mesa a las autoridades comunales, legisladores, representantes de la banca, comercio e industria como también representantes de diversas instituciones sociales.
Con esta demostración se ha significado elocuentemente al caracterizado vecino, el reconocimiento de nuestra colectividad para la creación de los aparatos pulmotores, que en los recientes experimentos dieron una prueba eficiente de su aplicación.
En conceptuosos telegramas enviaron su adhesión el cura Párroco Dr. Juan M. Respuela, y la Biblioteca Popular 9 de julio.
En nombre de los organizadores del acto, habló en primer término el presidente de la Comisión de Fomento del Barrio 9 de Julio, Sr. José M. Schiavoni y luego en representación del Rotary Club, el Sr. Félix Cichero. También usó de la palabra el señor Pascual Caruso y finalmente agradeció Santiago Mattiazzi.
SCHIAVONI
“Hace 20 años germinaba en el barrio una pequeña y desapercibida industria. Pocas máquinas pero una férrea voluntad al frente de ella. Transcurrían los primeros años; las máquinas trabajaban incesantes y veloces. La actividad se multiplicaba. Los proyectos se convertían en realidad. Nuevas ideas surgían. Nuevas creaciones de orden mecánico exigían del acero puesto en el torno, más precisión. El pálido hierro fundido de los crisoles se volcaba sobre la tierra modelada para darle forma real.
Mattiazzi logra el éxito que le reconocemos y el destacado lugar que les corresponde a los hombres que ascienden a costa de su propia capacidad, de su esfuerzo personal.
Señor Mattiazzi, la comisión de fomento de este barrio sintió deseos de exteriorizar su gratitud al buen convecino y noble amigo y lo ha hecho trayéndolo aquí, con esta modesta pero sincera demostración, el aprecio del que es acreedor.
Este propósito nació espontáneo, se organizó con entusiasmo y culmina exitosamente y tanto, que traspasó los límites del barrio para constituirse en una fiesta del pueblo.
Nos congregamos en torno a esta mesa, también para agasajar al industrial cuya preocupación lo absorbía la construcción no solamente del pulmotor que fuera donado a la intendencia municipal en gesto simpático por el Rotary Club, sino que al mismo tiempo creaba uno similar, pequeño, cuyo destino habría de volver la apreciada vida a los seres en desgracia que ingresan al mundo. Su esfuerzo de por sí es meritorio, ya tiene como lógica consecuencia sus triunfos que le llenan de satisfacción y de alegría. A un anciano le salvó de la suerte y a una criatura sometida urgentemente al procedimiento. Hoy, sus padres, con gran regocijo, la acarician tiernamente.
Su obra tiene un doble significador elevador, el elevado concepto de su sentimiento altruista y la clara visión de la utilidad de ese elemento mecánico, puesto en las manos expertas de la ciencia para secundarla y para que ella cada día cumpla más eficazmente su humanitario cometido.
No podría terminar sin antes producir la semblanza de este hombre que no se valora por el caudal de su fortuna, sino por la importancia de sus obras, por el mérito de sus acciones, por la generosidad de su corazón, la sinceridad de sus palabras y la bondad de su carácter.
Participaron del acto que transcurrió en un marco de franca cordialidad, además del obsequiado, el Comisionado Municipal, Sr. Pablo Cogorno; Diputado Nacional Dr. Benito de Miguel; Jefe del distrito Militar N° 17, Mayor Ricardo Mosto; Secretario de la Municipalidad, Sr. Héctor Sandoval; los doctores Alberto Dulbecco, Manuel Ginzo, Roberto Cura, Aldo Ginzo y los señores José Damasco, Damián Senosiaín, Máximo Bellusci, Lorenzo Andrade, Juan Dani, Pedro Amaya, Carlos Panizza, Benito Lastiri, Julio Halty, Néstor Brizuela, Carlos Hatchmann, Juan Mc Loughlin, Martín Gaute, Víctor Álvarez Rea, Cándido García, Juan Tallone, Julio Mendizábal, Alberto Médica, Pedro Amaya, Juan Mazzadi, José Bertero, Atilio Cúneo, Agustín Valente, Porfirio Galarza, Domingo Pupinatto, C. Chiarantano, Roberto Puricelli, Armando Casciero, Tito Mattiazzi, Arturo Jordi, Oscar Schultz y muchas personas más.
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