Por Claudia Birello
Para Grupo La Verdad
La ciudad despidió el 29 de noviembre de 1939 a quien hasta ese momento era el Intendente Municipal.
LA NOTICIA
La Verdad, 29 Noviembre de 1939 – Anoche se produjo la triste desaparición del intendente municipal de nuestra ciudad, Juan A. Borchex, uno de los hombres públicos más preclaros de cuantos han militado en los distintos puestos directivos de la Comuna. Batallador incansable y hombre dedicado por entero a la salud de su pueblo, nunca supo de renuncias ni claudicaciones, y prosiguió siempre por el camino de la rectitud y honestidad en que se había iniciado desde los primeros pasos, cuando sus padres le enseñaron a balbucear las primeras palabras, pues desde aquel lejano tiempo dio muestras de ser un espíritu predilecto y llamado a cosas grandes.
Estas presunciones se cumplieron desde su juventud, ya que siempre descolló como hombre activo en la vida pública a la que dedicó gran parte de sus desvelos.
Llegó a hacerse querer por los habitantes de nuestra ciudad, sin diferencias de ideales políticos porque su mirada estuvo siempre fija en el progreso de la ciudad y el bienestar de los que la poblaban.
Entre los diversos puestos que ocupó, cabe nombrar el de Juez de Paz, en que actuó por varios períodos. También fue por varios períodos miembro del Concejo Deliberante y más tarde Comisionado Municipal e Intendente Municipal, puesto en que le encuentra la muerte y en el que debía actuar hasta el año próximo.
Desde la jefatura de la Comuna fue donde más se distinguió por su espíritu emprendedor y su singular talento y dedicación, tanto que en los últimos años, debió varias veces hacer abandono de su puesto, a causa de su salud quebrantada y que fue minando su fortaleza.
Su espíritu sencillo y enteramente dado a todos, le conquistó la simpatía de cuantos le rodearon, ya sea en el desempeño de los puestos públicos o como apacible vecino que paseaba su figura clásica por las calles de nuestra ciudad. Se cuenta del general Mitre que cuando caminaba por las calles de Buenos Aires de sus tiempos, cuantos vecinos le reconocían se sentían con derecho a ser poseedores de su amistad y no reparaban en saludarle familiarmente. Lo mismo puede decirse del que hasta ayer fue el intendente de nuestra ciudad. Cuando los que vengan recuerden al activo y laborioso Jefe de Comuna, recordarán que nunca tuvo reparos en acercarse a departir con todo el mundo y el “buenos días don Juan” era familiar en todos los que solían cruzarse a su paso.
Queremos con esto significar la expresiva sencillez que caracterizó todos los actos de su vida y que le depararon el cariño de todos los que lo conocieron.
En cuanto se produjo el lamentado deceso de don Juan A. Borchex, fueron incontables las personas que se allegaron hasta el domicilio de sus familiares en calle Sáenz Peña y presentaron a los deudos las más expresivas muestras de condolencias.
De inmediato también las diversas instituciones que se hallaban a él ligadas, se adhirieron a las muchas expresiones de pesar.
No sería necesario. Es general la expresión de dolor en todos los habitantes. No bien conocida la noticia del fallecimiento, desfilaron por nuestras pizarras donde la habíamos consignado, innumerables personas que denotaban en sus rostros el dolor que les producía la triste nueva.
En estos momentos de dolor, lleguen hasta los atribulados deudos, juntamente con la expresión de pesar de todo el pueblo de Junín, la de nuestra casa, que lo contara entre sus amigos y en cuya sala de redacción tuvimos el honor de departir con él en numerosas oportunidades. Que la resignación cristiana mitigue el dolor y la esperanza en la vida futura fortalezca a los que se sienten afectados por la pérdida. Haya paz en su tumba!.
EL SEPELIO
Durante toda la noche del martes, el desfile de público resultó incesante en la capilla ardiente instalada en la Intendencia Municipal.
Este fue el primer homenaje que recibía de su pueblo, el desaparecido Jefe de la Comuna, don Juan A. Borchex, ya que centenares de personas de todas las clases sociales llegaron hasta el féretro que guardaba los restos del querido hombre público, para exteriorizar con expresiones de pésame, ofrendas florales o sollozos, la pena que se había extendido por todos los ámbitos de la ciudad. Fue tan extraordinario el pesar colectivo que de los tarjeteros fueron retirados por la mañana, más de 7.000 testimonios de condolencia.
TRASLADO A LA IGLESIA
Poco después de las 1o de ayer, el ataúd que estaba cubierto con la enseña Patria, fue conducido a pulso desde la intendencia hasta la Iglesia Parroquial. Las naves del sagrado recinto que presentaban un severo e imponente aspecto con colgaduras de duelo y otros motivos de circunstancia, se vieron prontamente repletas de personas de distintos círculos, delegaciones escolares, comitiva oficial y familiares del extinto. La fúnebre y solemne ceremonia que contó con un escogido coro de voces masculinas, estuvo a cargo del Cura Vicario, Dr. Juan M. Respuela; el párroco de Villa Belgrano, Rvdo. Padre Santiago Ghío y el presbítero Antonio Ulrich.
EL CORTEJO
Terminado el oficio religioso, se dispuso de inmediato la partida del cortejo mientras salían al espacio por los micrófonos de Publicidad Vox, las notas musicales de una marcha fúnebre, que haría más impresionante el momento.
Las adyacencias de la plaza “25 de Mayo”, estaban cubiertas en esos instantes por una compacta muchedumbre en cuyos rostros era fácil advertir huellas de profunda pesadumbre.
Las carrozas, que iban escoltadas por alumnas de la Escuela Municipal Mixta para adultos y de la Escuela Normal Nacional con vestimentas blancas y agentes de la policía local uniformados de gala y estaban repletas de coronas y ramos de flores naturales, dieron toda la vuelta alrededor de la plaza, seguidas por numerosa concurrencia, hasta que desembocaron por la calle Roque Sáenz Peña.
Todas las aceras se encontraban enmarcadas de gente. El cierre todal del comercio fue otra nota de llamativa adhesión.
Al paso del féretro por frente a la residencia particular que ocupara el extinto, se hizo un alto.
En los balcones pudo notarse a su distinguida esposa, Doña Paulina Tellería, y demás deudos, registrándose entonces una de las notas más emotivas que pudiera imaginarse.
El cruce de los terrenos que fueron del Central Argentino, donde el extinto pensaba completar una de sus más grandes obras de gobernante, dio una demostración significativa del sentir de l vecindario. Desde distintos sectores aparecían verdaderos enjambres humanos que se agregaban al cortejo mientras por cuantas arterias llevaban a la necrópolis, se notaba un ininterrumpido circular de peatones y vehículos.
Cuando los primeros porta coronas hicieron su entrada al cementerio, el interior del camposanto, ofrecía ya un movimiento inusitado. Tan grande era la asistencia de público que se había adelantado al cortejo, que los caminos laterales se veían cubiertos por una compacta masa humana.
LOS DISCURSOS
En el peristilo, donde se improvisó una tribuna, diversos oradores despidieron al querido vecino. Primeramente habló en nombre de la Intendencia Municipal, el concejal Atilio Fernícola, a quien siguió de inmediato en representación del Partido Demócrata Nacional, el Diputado Nacional, Dr. Benito de Miguel. Luego usaron de la palabra, por el Rotary Club el Sr. Carlos Panizza; por la Escuela Municipal Mixta para Adultos, la señorita Argentina Palma; por el profesorado de la Escuela Nacional, el Dr. A Quattordio y finalmente por el mismo establecimiento educacional, el alumno joven, Anselmo Molina.
Atilio Fernícola: Su bregar constante fue la felicidad de todos sus habitantes. Cuando una situación económica perturbaba la vida de la clase menesterosa, se desvelaba por solucionarla, apelando a todos los medios legales a su alcance para conseguirla, sufriendo penosa contrariedad cuando ésta escapaba a la posibilidad”.
Dr. Benito de Miguel – Hablo en representación del Comité de Junín y siento el deber, cumpliendo con el mandato de los correligionarios , de destacar como inherentes a la personalidad partidaria de Don Juan, como cariñosamente le llamábamos, las bellas cualidades que lo adornaban y que lo hicieron tan respetado y tan querido por todos: fue generoso siempre, supo dar y no quiso pedir nunca, fue leal sin reservas, consecuente sin restricciones; fue sincero respondiendo siempre a convicciones personales, fue activo y enérgico en la lucha para defender sus ideales y amigos, sin agraviar al adversario, habiendo por eso, merecido su respeto.
De su lealtad partidaria acredita su adhesión durante cuarenta años, al grupo político que en el orden local fundara Don Esteban V. Cichero, en una línea recta, sin la más mínima ondulación, cualquiera fuera su posición y cualquiera fueran las agitaciones que pretendiera torcerla o quebrarla; como soldado y compañero lo encontré ahí cuando me incorporé al Partido Conservador y de él no lo ha separado sino la muerte, compartiendo su dirección como Vicepresidente. De su generosidad conoce el Partido y sus amigos. Dio siempre, sin ostentaciones sin prevenciones, sin interés personal. Tal cual era.
De su sinceridad nadie dudó nunca, cualquiera fuera su pensamiento, su orientación o su preferencia; sus virtudes personales lo ponían a cubierto de la más mínima sospecha, aún en algunas aristas de su carácter todos sabíamos que nacían de su rectitud, de su sinceridad y de su virtud.
De su actividad y energía quedará siempre el recuerdo de lo que trabajó e hizo por el acrecentamiento del partido.
Con fe siempre, con el optimismo que no lo abandonó nuca, sin una vacilación cuando sonaba la hora de la lucha, confiando en la verdad como medio y en la honradez como norma de su moral política, el triunfo era siempre su esperanza y así lo recordarán, especialmente sus amigos de Cuartel 8, a quienes tanto estimaba.
Que esa lealtad, generosidad, sinceridad y actividad nos sirvan como ejemplo, si es que queremos que los principios democráticos de nuestras instituciones y la consolidación de nuestro partido, se practiquen y ejecuten.
Este hombre de partido, amaba mucho a Junín y tenía siempre el sentimiento de la responsabilidad de las funciones públicas que el pueblo le confiara. Debo dar a conocer un episodio que lo revela así y que muchos no conocen. En una oportunidad, se trató de ofrecerle una posición política elevada, representativa, que es siempre aspiración legítima de los hombres que actúan y su respuesta, modelo de responsabilidad y de conciencia fue aquella: no aceptó porque consideró que el más grande honor, haber sido elegido intendente municipal, cargo al que debo dedicarme, para responder a la confianza depositada en mí.
Esa actitud y esa conducta lo retratarán siempre con toda fidelidad.
Sus servicios fueron siempre cargos públicos de honor, conferidos por el Partido: Juez de Paz, Concejal, presidente del Honorable Concejo Deliberante, Comisionado Municipal e Intendente Municipal de Junín.
En los cargos demostró siempre con su dedicación, su inteligencia, sus conocimientos especiales, su preocupación constante demostró el afán y la inquietud de servir los intereses públicos defendiéndolos desde la oposición o impulsándolos por la vía del progreso desde el Gobierno.
Es en el cargo de intendente municipal que dio la real medida de su valor, desempeñándolo con el celo y aplicación ejemplar que ya han sido destacados y con la hombría de bien que era motivo de la confianza general depositada en él. Dotado de un poder de trabajo notable, apasionado por el bienestar y progreso en todas sus manifestaciones, fue iniciador o colaborador de grandes obras edilicias, culturales, educativas, de beneficencia o de carácter social a las que imprimía siempre el sello de su concepto de bien público general que debe llenar.
Junín ha perdido así no sólo un gran funcionario sino también un espíritu amante de su pueblo y de su progreso integral, lo que declaro y expreso como homenaje público al partido que honró.
Señores, que su fiel y abnegada esposa, que con devoción admirable compartió trabajos, esperanzas, alegrías y tristezas, en una vida consagrada a la creación de una familia ejemplar; que sus hijos, reciban el consuelo del recuerdo que se le guardará siempre, nuestro más sincero cariño en estas horas penosas.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
También puede interesarte:
• Todo el Deporte en: La Deportiva
• Escuchar las notas más importantes en: LT20 Radio Junin
• Escuchar LT20 Radio Junín en VIVO: Escuchar ahora