El Gobierno nacional defendió el asado en la quinta de Olivos para agradecer el respaldo de los 87 diputados que convalidaron el veto a la reforma jubilatoria y negó “falta de empatía” con los jubilados.
“No entiendo el paralelismo entre comer un asado que pagamos todos y los jubilados”, dijo el vocero presidencial Manuel Adorni en su habitual conferencia de prensa, mientras que negó el “costo político” que podría generar ese encuentro.
“La reunión fue para agradecer a un grupo de diputados por comprender los porqué de las cuestiones que hacen a una Argentina distinta en donde el equilibrio fiscal es la regla y si hay que aumentar un gasto del Estado también hay que explicar de dónde va a salir esa partida”, dijo.
Además, ante la consulta de uno de los periodistas sobre si hacer un asado frente a la crisis económica que enfrenta parte del país no representa una “falta de empatía”, negó que esto sea así y explicó que “no se trató de una celebración”.
El portavoz aseguró que el déficit cero es una regla con la que están “obsesionados” y que adelantó que “jamás se incumplirá” en lo que resta del Gobierno.
“Los gobiernos anteriores hicieron un desastre con los jubilados. Hubo un quiebre en el sistema jubilatorio en el primer año del gobierno kirchnerista cuando jubilaron y pensionados sin aportes a más de 3 millones de personas y dejaron con la mitad de los ingresos a los que sí estaban dentro del sistema. El sistema está roto y quebrado y lo tenemos más en claro que nadie. No entiendo el paralelismo entre comer un asado que pagamos todos y los jubilados”, remarcó, mientras que negó el “costo político” que podría generar este encuentro.
El vocero destacó entonces que los comensales que asistieron a la comida tuvieron que pagar cada uno su propio menú, que tenía un costo de $ 20 mil.
Al encuentro fueron invitados diputados de La Libertad Avanza (LLA), PRO y miembros de la Unión Cívica Radical (UCR) que votaron a favor del veto del Presidente.