Hace casi 70 años, don Ítalo Stefanuto comenzaba con una actividad que se transformaría en el sello distintivo de la familia, dado que la continúan hoy en día sus descendientes: su hijo Guillermo y su nieto Carlos. No solo hay conocimientos transmitidos, sino todas las ganas de superarse, a través de cursos de capacitación y una calidad inigualable de los productos, que hacen que los juninenses acudan a Vidriería Stefanuto cuando surge una necesidad.
Carlos Eduardo Stefanuto, la tercera generación de vidrieros, contó que la actividad comenzó hace más de 69 años con su abuelo Ítalo y continuó su padre Guillermo. “A lo largo de estas décadas, la vidriería se mantuvo siempre abierta, en forma ininterrumpida, para atender al público”, destacó.
“A medida que fueron pasando los años, fuimos agregando materiales nuevos, productos, maquinarias y atención, nos vamos aggiornando a través de cursos y haciendo los muestrarios para que la gente pueda palpar lo que va a comprar”, detalló.
El lugar original donde Vidriería Stefanuto estuvo por muchísimos años fue en Gandini 210, hasta marzo del 2022, cuando se mudaron a Bernardo de Irigoyen 71 donde hoy siguen funcionando. “Es un galpón muchísimo más grande y se puede trabajar de una manera más cómoda, porque se pueden poner todos los vidrios y no hay peligros de cortes, para tener una atención más diferenciada y ordenada, de calidad”, explicó Carlos.
LOS TRABAJOS
Sobre la oferta que se realiza desde la vidriería, detalló que “nosotros atendemos cualquier pedido, puede ser de manera individual, para los vidrios de una casa o espejos. También somos especialistas en mamparas de baño, cerramientos de cortina cristal, portagraneros, barandas de escalera, puertas de separación de ambientes, balcones y todo lo que sea con vidrio, acompañado con acero inoxidable”.
“Todo lo que ofrecemos se puede encontrar en nuestras páginas de Instagram y Facebook, donde hay fotos y videos de todos los trabajos realizados. Trabajamos con muchas firmas y barrios como Naldo, Bringeri, OSDE, La Pequeña Familia, Costaverde, Lihué, Sanatorio Junín y muchos más”, enumeró.
Carlos Stefanuto resaltó que “nuestra marca distintiva es hacer hincapié fundamentalmente en la calidad de los productos y la prolijidad de los trabajos. No ahorramos en nada de lo que sea necesario para lograr estos objetivos, y cuando un trabajo se entrega de manera eficiente, la misma gente nos sigue recomendando y sumamos muchos encargues por la buena opinión del boca a boca”.
“Los vidrieros somos una parte muy importante de la construcción y hacemos un trabajo fundamental en la ciudad. El vidrio hoy es un elemento fundamental y está de moda, hay que saberlo trabajar y lleva su tiempo para que el producto quede como corresponde: bien hecho”, concluyó.
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