Luego de su paso por el continente antártico, el profesor Sergio Velazco desembarcó en Puerto Argentino y manifestó ante Grupo La Verdad toda la gama de sensaciones por las que atravesó al recorrer las Islas Malvinas, y fundamentalmente el Cementerio de Darwin: “Es una emoción terrible la que se siente, porque es una herida que continúa abierta”.
El viajero estuvo acompañado en el recorrido por la docente e investigadora María De Gracia, quienes planificaron juntos esta aventura motivados por la intriga, curiosidad y el valor histórico de estas islas. En esta nota concedida a La Verdad, el juninense brindó su testimonio sobre su estadía en una tierra donde todo el mundo habla inglés y el recuerdo de la guerra se hace más presente que nunca.
Al comienzo de su narración sobre el recorrido emprendido ante el programa “Amanece que no es poco”, Sergio Velazco, docente y aventurero juninense, expresó: “Luego de dos días de navegación desde la Antártida pudimos llegar a las Islas Malvinas, por suerte el clima ayudó y pudimos descender a tierra firme”, y agregó: “En Puerto Argentino donde nos esperaban unos muchachos peruanos que se encargan de los traslados hasta el cementerio de Darwin, con una distancia de 97 Km. a donde fuimos unas 15 personas”.
En continuidad, explicó que “de acuerdo a los guías del lugar la denominación de Darwin corresponde a un pueblito de la zona que creció bastante en los últimos años, pero que la idea es modificar el nombre para que sea Cementerio Argentino”.
Además, el entrevistado se emocionó y quebró su voz al hablar de las sensaciones de estar en el histórico lugar: “Es una emoción terrible y uno no puede evitar llorar, es una sensación muy fuerte la que se siente porque es una herida que continúa abierta”, y agregó: “Te dan media hora para estar en el lugar y aprovechamos para colocar algunos rosarios a los soldados, embarcados en una emoción terrible”.
“El cementerio está muy bien cuidado porque se le paga a gente de la isla para que lo mantenga, hay muchas tumbas que tienen sus nombres porque fueron reconocidos, mientras que otras llevan el lema de ‘Soldado argentino sólo reconocido por Dios’, aunque afortunadamente cada vez son menos las que quedan”, afirmó.
El docente también recordó que “pasamos por lugares donde se desarrolló el conflicto bélico, incluso todavía hay algunas trincheras que están cuidadas porque forman parte de la historia de la isla”, y detalló: “Viven en total unos 3.600 habitantes entre las dos islas y los casi 800 islotes, de los cuales 1.700 son militares porque hay una base muy grande de la OTAN”.
Asimismo, Velazco hizo alusión a las sensación de extranjería que experimentó desde un primer momento y sostuvo que “siempre te sentís extranjero, ya desde el preciso momento en que pisas la isla, nadie habla español a excepción de un par de chilenos que viven ahí y algunos peruanos que trabajan allí”. Al mismo tiempo, mencionó que “se maneja todo con libras esterlinas, el sentido del tránsito es el mismo que en Gran Bretaña y todo eso concluye a que uno se sienta un sapo de otro pozo”.
“El clima es muy hostil incluso ahora en verano, ya a partir de las 17hs empieza a soplar un viento polar y la temperatura cae a pique”, detalló en cuanto a las condiciones climáticas del lugar y agregó: “Las casas son todas de estilo inglés, con techos a dos aguas y pintadas de colores y es como si estuvieras en Inglaterra”.
Para finalizar, Sergio Velazco señaló que “es un estilo de vida muy ordenado, no hay desempleo y la delincuencia prácticamente no existe, más allá de que hay comisarías donde se alojan a los borrachos”, y añadió a modo de cierre: “Hay mucho movimiento y se está trabajando en todos lados, tal es así que el camino a Darwin está asfaltado casi en un 70%”.