En sintonía con lo afirmado por el ministro de Economía, Luis Caputo, el exvicepresidente Carlos Ruckauf y el economista Fernando Marengo coincidieron en que el Gobierno defenderá a rajatabla el techo de la banda cambiaria, al definir como “inviolable” ese límite impuesto por la gestión libertaria.
Además, adjudicaron la crisis financiera a la “incertidumbre” tras la derrota electoral en la Provincia de Buenos Aires y los golpes sufridos en las últimas horas en el Congreso, al hablar en el marco de un evento organizado por la empresa de servicios financieros Criteria.
“El gobierno tiene aún un escenario donde puede maniobrar, con la intervención del BCRA para defender el techo de la banda, y aunque parezca difícil por lo sucedido en estas horas, el Gobierno tiene herramientas para sostenerlo”, dijo Marengo, jefe de Economía de la consultora financiera BlackToro.
En ese mismo análisis, Ruckauf definió como un “tema político” la crisis desatada en los mercados, pero auguró que un “buen resultado” para el Gobierno en las elecciones de octubre próximo, le dará “solidez” a su gestión, en el marco de un evento realizado en un hotel de la zona de Puerto Madero, denominado, “El mensaje de las Legislativas. Continuidad o punto de inflexión».
Las críticas de Marengo
Marengo dijo que la economía argentina, en los últimos 124 años, tuvo repetidas crisis que, como hoja de calcar, se repiten en promedio cada 10 años, y valoró la idea primaria del gobierno de sostener el equilibrio fiscal y bajar la inflación.
No obstante, analizó que luego de ajustar los números durante 2024 y en el inicio de 2025, desde abril “se fueron dando algunos errores previos a las elecciones que detonaron en estas horas”,
“Hasta abril hubo datos positivos y ese mes fueron los mejores, pero luego hubo detalles que no fueron cerrando tanto. El consumo volvió a caer, el tema de las LEFI no fue muy prolijo y la suba de las tasas son parte de este escenario negativo. Todo esto generó un problema que fue creciendo y se sumó al tema político de las denuncias y la derrota electoral. Malas señales”, planteó el economista.






