Frente al cierre provisorio ordenado, a partir de denuncias emanadas desde el municipio, la profesional Analía Sarcone salió al cruce y habló de la labor desarrollada. (BAJADA))))))))))))))))))))))))))
La psicóloga Analía Sarcone, miembro del equipo técnico de la Casa de Abrigo, habló sobre la labor que se cumple en la institución, cerrada en forma provisoria por la Provincia en las últimas horas, a partir de denuncias realizadas desde el municipio y el Servicio Local. Al respecto, aclaró: “La Casa es un eslabón más dentro del sistema de promoción y protección de los derechos del niño” y detalló el trabajo diario que se cumplen con los menores que son alojados en el inmueble ubicado en Alberdi y Liliedal.
Además, si bien hay un acompañamiento permanente de los chicos en sus múltiples actividades diarias que desarrollan, aclaró que los menores “no se escapan” del lugar, porque no puede “confundirse esto con la privación de la libertad”, respondiendo de este modo a declaraciones realizadas por la secretaria de Desarrollo Humano del municipio, Melina Fiel.
“La información que recibimos del Organismo de la Niñez fue que la Casa permanecería cerrada temporariamente por reformas edilicias, y que la semana próxima se harán presentes autoridades para conversar con los empleados, para ver cómo seguía nuestra labor, sabiendo que nuestro trabajo está garantizado”, confirmó Sarcone.
Además, remarcó: “A partir de declaraciones vertidas sobre ciertos maltratos y destratos hacia los niños, me vi en la obligación de salir a aclarar respecto a mi trabajo. Yo hace más de 25 años que soy psicóloga, 17 años que estoy colegiada en Junín y 8 años que estoy en la Casa de Abrigo, por lo cual debo salir a defender mi labor diaria y mi ética profesional”.
“No se puede salir a decir cualquier cosa en cualquier lugar. La Casa de Abrigo pertenece a un sistema de promoción y protección de los derechos del niño, es un eslabón dentro del sistema, que está compuesto además por el Servicio Local, Servicio Zonal, justicia… somos muchos integrantes”, explicó.
También en respuesta a declaraciones de la funcionaria municipal, la psicóloga apuntó que “si se da un estallido como sucedió la semana pasada, cuando se hicieron presentes los niños y se interpretó que se buscaba contención –algo que no creo haya sucedido así porque no hubiesen regresado en patrullero, como sucedió-, cuando lo que solicitan esos niños es una respuesta que no brinda un sistema, no sólo la Casa de Abrigo, que tendrá cosas para mejorar por supuesto”.
MEDIDA EXCEPCIONAL
“Los niños llegan a la Casa por una medida que toman los Servicios Locales, y según establece la ley, debe ser una medida excepcional: es lo último en lo que se debe pensar, la última instancia, y que es avalada por la Justicia”, detalló.
A la vez, remarcó que “la función de la Casa de Abrigo es brindar un ámbito alternativo y transitorio para el niño. Las medidas de abrigo tienen una duración de 180 días, tiempo en el cual el Servicio Local debería trabajar sobre la vulneración de los derechos para su restitución. Por supuesto, ese período siempre se prolonga, pensemos que hablamos de situaciones muy conflictivas atravesadas por múltiples variables”.
“En la Casa está el registro de todas las actividades de los chicos: los turnos al psicólogo, al psiquiatra, al odontólogo, la escuela, la Juegoteca, al Centro Terapéutico, van a la plaza, a andar en bicicleta… y todo ese trabajo que organiza el equipo técnico, es acompañado por los operadores que acompañan a los niños en cada actividad”, detalló.
Y subrayó: “No sé por qué surgió el tema de maltrato o destrato con los chicos. Tampoco sé qué consistencia tiene lo que se dice”.
SIN ESCAPES
En lo que hace a los trabajadores de la Casa de Abrigo, dijo que “el equipo está compuesto por una coordinadora y una subcoordinadora, una trabajadora social desde hace 3 años, una psicopedagoga, cinco o seis docentes que también tienen una coordinación y están en contacto con las escuelas”.
La psicóloga Sarcone remarcó que “estamos hablando ahora de la situación de dos niños, y en la Casa había ocho, de los cuales seis hacía un año que estaban viviendo ahí y ahora se encontraron -de un día para otro- que tenían que ir a vivir a otro lugar”.
“La Casa de Abrigo no es una institución cerrada, por ende los niños no se ‘escapan’ de ahí. Están por un régimen excepcional y nunca puede confundirse esto con la privación de la libertad”, aclaró finalmente.