La Iglesia advirtió que «la democracia dejó de identificarse con la expresión de los intereses de la mayoría, del bien común» y «pasó a ser una herramienta condicionada por poderes minoritarios o corporativos».
Así lo remarcó la Comisión Episcopal de Pastoral Social durante la reunión de la Semana Social que se realizó entre el 30 de junio y el 2 de julio en Mar del Plata por los «40 años de Democracia y 10 años de Francisco», en medio del inicio de la campaña electoral de los diferentes precandidatos presidenciales.
En ese sentido, se indicó que durante el encuentro se hizo «una fuerte apelación a la escucha, la memoria y la consolidación de la democracia afrontando sus deudas pendientes».
«Nos planteamos que es necesario recuperar la pertenencia a la patria para construir juntos una comunidad que defienda la vida y el interés de todos, no dejando a nadie afuera», señaló.
Asimismo, recordó que «en la recuperación de la democracia, al cabo de la noche más oscura, se soñaba con un ideal democrático con valores populares, que garantizarían la igualdad, el desarrollo económico, la integración republicana de la nación».
«Sin embargo, las pujas en lo económico y en lo político abrieron la puerta para una crisis de representación en las instituciones que fue de la mano con un proceso de desintegración y fragmentación del cuerpo social», precisó.
La Iglesia afirmó que se encuentran «ante una democracia que por un lado requiere de mayor vigor y empatía con lo propio, pero que no alcanza a cobijar a todos los sectores y regiones de la Argentina».