Por Redacción Grupo La Verdad
El Foto Grupo Junín nació en 2010, como parte de un desprendimiento de un curso del PEPSAM, de la UNNOBA, dando cursos básicos de fotografía e iluminación. Viajan a diversos lugares para tomar fotografías y compartir su pasión. Es un grupo de amigos que siempre está abierto a todo aquel que quiera sumarse.
Junto a La Verdad, el Foto Grupo Junín realizó una serie de notas que se irán publicando todas las semanas, con sus exponentes más destacados.
Héctor Becerra forma parte de este grupo de gente que busca, de la mejor manera, dejar plasmada con la lente parte de la vida cotidiana.
Es, además de fotógrafo, un gran publicista e ilustrador.
Los comienzos
Becerra comenzó contando que “dibujo desde que tengo uso de razón. A los 16 años hice mi primer logotipo para el legendario Teatro La Antorcha, que había creado el recordado y querido Héctor López. A los 17, hice un logotipo, aún lo usan, para los silos que fabricaba Cirigliano. Era la silueta de una ardilla y la tipografía dibujada también. Me lo pagaron y eso me marcó un camino”.
“A mediados de los 70, con 22 años, me ofrecieron hacer los avisos publicitarios en el periódico Semanario -importante medio por aquel entonces- así que me incorporé, empecé a dibujar los avisos de cada anunciante en papel y tinta, aprendí procesos de impresión y muchos secretos de la gráfica. Allí conocí a Luis Cognigni y Abel Santa Cruz, dos personas muy capaces e inteligentes con los que formamos una sociedad y fundamos “Publikar”, la primera agencia integral de publicidad y pre-prensa de Junín y la región. En el 81, a los 27, me casé y me fui a trabajar a una agencia de Capital”, remarcó.
“Al tiempo volvimos y fundamos con Mirta Bogey, mi esposa, “Héctor Becerra y Asociados”, trabajamos para la gráfica y la televisión local y regional. En el 89 nos fuimos a Santiago de Chile, estuve 4 años como jefe del taller de arte en una de las agencias más importante, eso me permitió crecer exponencialmente, asistir a cursos y talleres, la mayoría en la Universidad Católica de Chile. En el 94 formamos “Becerra & Bogey Limitada”, una agencia de diseño, ilustración y TV y llegamos a tener 11 empleados, trabajamos para muchas empresas multinacionales.
Incorporé la ilustración al entorno digital, una novedad de la que fui un precursor en Chile, eso nos permitió recibir alumnos universitarios en pasantía, dar charlas en centros de estudio de diseño, dar seminarios locales, incluso nos permitió hacer viajes a Centroamérica a dar seminarios para agencias internacionales en El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Panamá”.
Era digital
Respecto del cambio que ha sufrido el mundo de la fotografía con la llegada de la era digital y de los programas informáticos, como Photoshop, que permiten retoques de todo tipo, indicó que “el oficio del fotógrafo no ha cambiado mucho. Lo que sí cambiaron radicalmente son las tecnologías para ejercerlo. Hoy es totalmente accesible ingresar al mundo de la fotografía, hay cantidades de tipos y precios de cámaras para todos los bolsillos y programas digitales que permiten hacer mucho más fácil lo que antes se hacía en el laboratorio de revelado, con drogas complicadas, en la ampliadora, etc. El solo hecho de ver el resultado inmediatamente y poder hacer muchas capturas para elegir, era algo que antes ni se soñaba”.
“La fotografía en sí misma no es otra cosa que una manipulación. La primera foto de la historia, la que sacó Nicéphore Niépce en Francia desde le balcón de su casa, la eligió por un motivo y descartó otros: tomó un determinado sector, adecuó los químicos en la placa, el tiempo de exposición. Eso es manipular en el mejor sentido de la palabra. Con los adelantos de la fotografía, se siguió manipulando totalmente. Se elegía sensibilidad de la película, incluso marcas de películas Kodak respondían bien a determinados colores y Fuji o 3M a otros, tiempo de exposición, velocidad de obturador, encuadre y tipo de lente. Luego, en el laboratorio, se jugaba con la temperatura y el tiempo de revelado, el tipo de fijado y copia en ampliadora, dando más tiempo de luz a algunos sectores que otros. Hoy, con programas como Photoshop, se puede hacer lo mismo e infinitas cosas más, de manera mucho más fácil”.
“A mi entender, ese es el problema. Como las posibilidades son innumerables, hay un tremendo exceso de filtros, efectos, retoques que cualquiera hace lamentablemente, en muchos casos, sin tener el más mínimo conocimiento de estética, arte, teoría de color, leyes de la Gestalt, tropos, porciones áureas y, lo peor de todo, retocan modelos sin conocimientos de figura humana. Todo esto hace, con justa razón, que muchos, yo también, estén en contra de ese abuso de la mala manipulación digital. Sin embargo, se pueden hacer cosas maravillosas digitales y por suerte hay muchísimos excelentes artistas que lo practican”, manifestó a Grupo La Verdad.
Experiencia en el exterior
Su experiencia de trabajo en el exterior es vasta y enriquecedora.
“En cuanto a los trabajos afuera para cine y televisión, estuve unos 4 años en una agencia de publicidad donde hice muy buena experiencia y después, ya con la con nuestra, durante otros 10 años más. Era una época de mucha demanda del diseño e ilustración. Además, pudimos comprar una estación de trabajo digital, un computador Silicon Graphics con un programa profesional para procesar video, que era lo más avanzado por aquella época y fue uno de los primeros en Santiago. Ahí comenzamos a trabajar en spot publicitarios y efectos en video”.
Trabajos en Junín
En nuestra ciudad, Héctor hizo algunos cortometrajes con los cuáles quedó muy satisfecho.
Contó que “los cortos que hice en Junín han sido una experiencia excelente. El cine, a diferencia de la fotografía, requiere mucha gente para poder realizarlo. Por eso convoqué a un grupo de amigos, que están tan locos como yo, y nos largamos a la aventura de hacer cine. Lo más importante fue que ninguno de ellos tenía experiencia en cine, no teníamos equipos, se filmó con cámaras de foto y cero pesos de presupuesto. Por eso, creo que si tenemos en cuenta estas cosas, el resultado ha sido más que satisfactorio. La gente de Junín así lo entendió y la respuesta fue excelente, ya que los estrenos fueron a sala repleta en La Ranchería. Además, se proyectaron por canales locales y en la UNNOBA, así que más que agradecido”.
Pasión por las fotos
“Si bien yo no soy fotógrafo, no ejerzo como tal, sí hago fotos. Digo “hago fotos” y no digo “saco fotos” porque por mi profesión de diseñador tengo que crear imágenes muy puntuales permanentemente, a diferencia del reportero gráfico. Hay que fotografiar lo que está pasando y, para el diseño, hay que comunicar cosas específicas con la imagen, entonces hay que “armarla” para que sea efectiva. Por eso debemos tener en cuenta que si bien la foto, el cine y la TV son lenguajes totalmente distintos, la experiencia que deja cada disciplina se pueden conjugar para crear sinergia y lograr imágenes más pregnantes y comunicacionalmente mejores”, enfatizó.
Para agregar sobre las exposiciones de fotos, “no sé quién fue el autor, pero alguien dijo “la pared dignifica”. Una foto bien enmarcada y colgada en una muestra predispone a la valoración. Además, el contexto termina de cerrar la comunicación. Recuerden a ese famoso violinista considerado uno de los mejores del mundo que las entradas para verlo salían cientos de dólares y quiso hacer un experimento. Al otro día de su exitosa presentación en uno de los teatros más exclusivos de Nueva York, se puso ropa informal y tocó en una estación del metro la misma pieza musical de la noche anterior. Recaudó solo algunas monedas que la gente que pasaba le dejó, más por lástima que por apreciar su arte. El contexto es fundamental”.
Palabras de aliento
A los que recién comienzan a transitar el camino de las fotografía, Héctor Becerra les quiso dedicar unas palabas, expresando que “la fotografía es tan amplia y hay tanta gente que hace todo tipo de cosas que es muy importante encontrar un camino propio y potenciarlo. Algo que repito siempre es que para lograr algún éxito en lo uno hace hay que tener en cuenta que el éxito descansa en tres patas iguales, tal como un trípode, si una pata falta o es más corta, la cosa se cae”.
“La primer pata es el conocimiento, que hay que incorporarlo, no sólo sobre fotografía, sino también ver mucho arte, códigos de la imagen, estructura, diseño, psicología, todo es bienvenido. La segunda, la experiencia: el conocimiento solo no sirve para nada si no se ejerce y se hace experiencia. Hay que hacer todo el tiempo, probar, inventar, animarse, equivocarse y volver a intentar. Y, la última pata, el talento. Muchos piensan que es algo que muy pocos tienen y esto no es así, todos tenemos algún talento para algo. La tarea es buscar dentro de uno qué cosas apasionan, con qué nos sentimos plenos, qué cosas nos hacen olvidar que es un trabajo y disfrutamos plenamente al hacerlo. Por allí, escondido está el talento, hay que zamarrearlo”.
Actividad en la actualidad
“Soy, desde el 2005, docente en la UNNOBA en las carreras de Diseño Gráfico, Industrial y Textil e Ingeniería en Informática. Además, pinto, dibujo, escribo, hago dibujos animados y videos, como para satisfacer mis pretensiones de hacer arte”, finalizó.
Marcas internacionales
Becerra trabajó para decenas de marcas reconocidas a nivel internacional.
Acá van algunas de ellas: Nestlé Chile, Uruguay y Perú; Maggi Sopas, Chile y Panamá; Hyundai Chile; Nissan Chile; Mitsubishi Chile; Renault Chile; Kodak México, Brasil y Chile; Sony Chile; Jugos Yupi Chile y Alemania; Johnsons & Johnsons Chile; Lever Chile; Procter & Gamble Chile; Nike Chile; Wrangler; Guante Calzados, Chile; Viña San Pedro, Chile, Carrefour, Chile; Telefónica El Salvador y Chile; Super Selectos, cadena de supermercados El Salvador; Mirasol Margarina El Salvador; Cerveza Cristal Chile; Viceroy Cigarrillos, Chile; Cerveza Austral; Philips Chile; Awsa Chile; Lan Chile; American Airlines, Chile; Milano Café, Washington EEUU.
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