El papa Francisco apareció en público este domingo tras recibir el alta médica, luego de haber estado internado desde el 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma por una neumonía bilateral. El Sumo Pontífice saludó a los fieles desde un balcón, agradeció con un “¡Gracias a todos!” y luego se retiró en auto, acompañado por personal médico y miembros del Vaticano.
Antes de que Jorge Bergoglio se asomara a la ventana, la plaza del policlínico Agostino Gemelli ya estaba llena. Los fieles se agolpaban, algunos con dibujos, otros con flores y otros con las manos entrelazadas, todos expectantes por ver al pontífice, según informa la agencia ANSA.
Francisco, visiblemente cansado y asistido por una cánula nasal para suministrar oxígeno, fue dado de alta al mediodía italiano, aunque sus médicos indicaron que la recuperación llevará al menos dos meses, durante los cuales no podrá retomar su agenda habitual. “La voz tardará en volver a ser la misma”, advirtió Sergio Alfieri, quien lo atendió durante su internación.
Según los médicos, Francisco enfrentó dos momentos críticos durante la hospitalización, pero “nunca fue intubado y siempre estuvo consciente”, aseguraron. Desde el Vaticano no se confirma si podrá participar de las celebraciones de Semana Santa, pero señalaron que se evaluarán sus intervenciones públicas según su evolución médica, informa la agencia Noticias Argentinas.
Francisco salió del hospital poco después de asomarse a la ventana del apartamento del décimo piso del policlínico en el que ha pasado las últimas semanas, en su primera aparición pública en persona, para saludar y bendecir a los fieles tras una hospitalización en la que sufrió dos graves crisis que pusieron su vida en peligro.
Se fue en un auto, saludando desde la ventana cerrada del asiento delantero mientras pasaba junto a los periodistas, y se le podía ver usando una cánula, un tubo de plástico metido en sus fosas nasales que suministra oxígeno.