Para hacer frente a este contexto de crisis económica y social diferentes comedores y merenderos de Junín se organizaron para trabajar en red, junto a la Organización Don Ito, para realizar festejos de carnaval en distintos puntos de la ciudad, con espectáculos de batucadas, comparsas y servicios de cantina con el fin de recaudar para las distintas instituciones comunitarias. La primera noche sucedió en el barrio Los Almendros el pasado sábado y la segunda tendrá lugar el próximo 10 de febrero a las 20hs en las calles Lebensohn y 2 de Enero, barrio La Victoria.
El comedor “Los Solcitos” está ubicado frente al Boliche Amarillo en el barrio Los Totoreros y diariamente da de comer a 32 niños y niñas especialmente en horario de la merienda. La responsable del mismo es Norma Chirulo, quien conversó con Grupo La Verdad sobre cómo se encuentran en este contexto: “Estamos pasando una situación muy crítica en estos momentos porque no tenemos ayuda, se redujo un montón la asistencia con mercaderías y es muy difícil sobre todo en mi caso con 32 niños que vienen al comedor”. Luego, dijo que “antes íbamos a las panaderías a pedir, teníamos ayuda de ‘La Baguette’ que nos daba facturas oreadas y eso también se cortó”.
“Tengo nueve años de servicio en comedores, sé de lo que se trata y lamentablemente estamos viviendo un contexto muy triste”.
Seguidamente, señaló que “no tenemos muchas donaciones, se cortó mucho eso también y tenemos que buscar otras alternativas para que los chicos y chicas puedan comer todos los días”, y recalcó: “Siempre tuve facturas que me sobraban y les daba a los chicos que venían a pedirme para comer a la tarde con un té, pero ya ni eso tengo y duele mucho decirle que no a un nene”.
“Esto es algo que hacemos de todo corazón, no tenemos ningún tipo de ingreso por esto, pongo mi casa y a veces hasta saco de mi bolsillo para comprar garrafas y todo lo necesario”, expresó Chirulo y agregó: “Ahora en vacaciones los chicos en la escuela, pero la merienda es de todos los días”.
Por otra parte, la referente comunitaria también mencionó que “la gente viene a buscar un paquete de arroz, puré de tomate o fideos porque aumentaron mucho los precios y hay familias numerosas que no pueden hacer frente a eso”, y añadió: “Hoy un puré de tomates sale $1.000 y nosotras para hacer la comida precisamos cinco”.
“Mucha gente del barrio se dedica a trabajar con el corte de totoras, otras familias se dedican al reciclado en el relleno sanitario, pero no es mucho lo que ganan por el tema de la suba de precios; la plata no alcanza para nada”, manifestó.
En referencia a la idea de la “Fiesta del Carnaval” que se desarrollará en distintos barrios de la ciudad, Chirulo señaló que “somos siete comedores que nos reunimos y apoyamos entre todos, pensamos en esta propuesta para poder recaudar a través del servicio de cantina. Estamos trabajando también con la Organización Don Ito con Pablo Rodríguez, que siempre nos da una mano y tenemos una muy buena relación entre todos los comedores”. Finalmente, comentó que “recientemente hicimos un carnaval en el barrio Los Almendros y ahora seguimos este sábado 10 a las 20hs en el barrio La Victoria, conocido también como Los Paraguayos, así que los esperamos a todos los que quieran participar”.
Los comedores
El Gobierno Nacional ha decidido mantener suspendidos los envíos de fondos y alimentos a comedores comunitarios en todo el país, argumentando que buscan mejorar el sistema. Sin embargo, las organizaciones sociales denuncian que la situación es cada vez más desesperante.
La Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, dependiente del Ministerio de Capital Humano, no ha ejecutado las partidas de los programas alimentarios destinados a comedores populares que se habían renovado según el presupuesto de 2023. Esta decisión contribuye al ajuste fiscal, impactando en los grupos más vulnerables de la sociedad. A pesar de un superávit fiscal acordado con el FMI, se suspendieron programas con financiamiento del BID y locales para la compra de alimentos, afectando al «Plan Nacional Argentina contra el Hambre» y otros destinados a comedores comunitarios y escolares, sumando alrededor de 180.000 millones de pesos presupuestados.
La ejecución presupuestaria destinada a comedores comunitarios ha pasado del 24% en enero de 2023 al 0% en la actualidad, según datos oficiales. Solo se han ejecutado los giros para la Tarjeta Alimentar, que cubre una asistencia acotada para niños y niñas de hasta 14 años. Organizaciones y movimientos sociales critican la demora y la calidad de las compras estatales, alegando que, en muchos casos, logran obtener mejores precios al comprar al por mayor y conocer los comercios locales.
La situación en los comedores comunitarios es desesperante, con un aumento en la demanda y la distribución de raciones más pequeñas. A pesar de las críticas a la calidad de la comida y la entrega intermitente del Estado, la suspensión de asignaciones físicas y monetarias a los comedores agrava la situación. Las organizaciones sociales y referentes comunitarios están exigiendo respuestas y soluciones con urgencia, destacando la necesidad de mantener el apoyo a los sectores más vulnerables de la sociedad.