Símbolo de Sarmiento, el eterno capitán, un gran hincha del Verde, un juninense por elección. Hoy con 41 años y más de 200 partidos oficiales en Sarmiento, Yamil Garnier anunció su retiro del fútbol profesional y pasará a integrar la estructura del club. De los jugadores más queridos, quién obtuvo grandes logros y defendió la Verde como nadie.
Garnier dialogó con La Deportiva sobre su retiro, su carrera y ésta nueva realidad que poco a poco comenzará a descubrir. “Tomé la decisión, como que se unieron los planetas para que tome la decisión pero ya hacía un tiempo que venía teniéndolo en cuenta por un montón de cuestiones; primero la edad, segundo el sentirse bien, la cabeza. Uno siempre ha pregonado estar al cien por ciento. El último tiempo, de fin de año para acá, el cuerpo me empezó a pasar factura, no me he sentido al cien por ciento entonces no estaba siendo justo ni conmigo, ni con el club, ni mis compañero”, comenzó relatando el jugador.
A su vez, explicó: “Dolores en la rodilla, cuestiones de tantos años en esta actividad que sumado a la propuesta del club de poder tener la posibilidad de seguir trabajando y dando una mano en algún lugar, que todavía no lo tengo claro, se juntaron para decir es el momento. No lo dudé. Sí lo hablamos con la familia y obviamente sabiendo que íbamos a dar un paso sumamente importante donde uno ha jugado toda la vida al fútbol y hoy estamos del otro lado sin saber mucho para donde salir porque el jugador se acostumbra a ir a la cancha, a entrenar y hacer sus actividades y después gracias a Dios hace una buena vida.
Hoy me encuentro en un lugar donde todo es novedoso y nuevo, pero con la tranquilidad de saber que era la decisión que quería, que venía amasando. Creo que hoy estoy más que contento por cómo se vienen dando estos primeros días, esperemos que con el correr de las semanas, los meses, los años lo pueda sobrellevar de la mejor manera”.
A su vez, con respecto a su retiro, añadió: “Podría haber tirado seis meses más o un año más y bajar de categoría y poder jugar, pero no me sentía físicamente al cien por ciento para seguir `explotando mi cuerpo´ y sumado la propuesta del club de seguir ligado creo que era el momento justo, indicado, hay que ser agradecido en la vida y como yo le di mucho al club, el club me ha dado muchísimo y la posibilidad que hoy se me abren no la quería dejar pasar porque no a cualquiera se le ofrece una oportunidad así. Seguimos en la ciudad, en el club que tanto uno quiere y bueno obviamente tratando, desde el lugar que me toque, ser útil y lo más importante posible para la institución”.
Más allá de su plena identificación con Sarmiento, Yamil Garnier ha dejado un grato recuerdo en Colón. En el Sabalero es recordado por haber decretado aquella victoria de Colón frente a Unión en 2017 por 2 a 0 bajo la dirección técnica de Eduardo Domínguez. Además, integró el equipo que ascendió en 2014. Allí, en Colón, jugó cuatro temporadas. Además, jugó en Atlético Uruguay, Tiro Federal de Rosario, Juventud Antoniana, Racing de Córdoba. En Sarmiento, donde es ídolo, ascendió de la B Metro a la B Nacional y luego a Primera División.
Durante estos días, y apenas se comunicó la decisión, Yamil, recibió grandes y en cantidad muestras de cariño y sobre todo de respeto. “Me da orgullo, alegría, nostalgia. Hablando con los más chicos, y con gente grande que me ha llamado y que he compartido vestuario ya hace más de 20 años, hay algo en común que me pregonaron mis viejos, mis abuelos, y es ser buena gente, de hacer todo por la profesión y siempre por el bien.
Más allá de los logros deportivos, que siempre digo que son importantes, a mí lo que me deja más tranquilo es que cada uno de esos mensajes resaltaron que como gente, como hombre de bien, me manejé siempre de la mejor manera, asique me reconforta el alma, quiere decir que algo hice bien y algo de lo que me transmitieron mis viejos y abuelos lo transmití, espero así sea mínimo, en mi paso por el fútbol y en los más jóvenes que están arrancando una carrera y una vida social que es muy importante y en este ambiente muy jodido también”, destacó.
A su vez, Yamil, expresó: “El más grande con trayectoria y espalda lo conlleva de una manera y el más joven sin experiencia lo puede llevar de otra. En muchos casos no, porque hay muchos chicos que tienen una madurez que a uno lo sorprende, pero no dejan de ser jóvenes, arrancando sus carreras. Uno ha pasado momentos feos en el fútbol, que son la gran mayoría, y sobre todo cuando tenés lesiones. Es ahí cuando nos sentimos solos, lejos de todo el brillo de las cámaras y periodistas y demás y nos encontramos en un lugar donde muchas veces no tenemos la contención necesaria. Un poco es lo que he vivido y es lo que he querido trasladar a todos los jóvenes porque en muchos casos pueden ser mis hijos, en el caso de Picu Molina, Gho, Paradela son todos chicos que tienen de 22 año para abajo, les llevo casi una vida y entonces uno los siente como hijos.
Dándole consejos, y transmitirles lo que uno ha vivido que son experiencias y aprendizajes para que ellos tengan de donde afianzarse y agarrarse de algún conocimiento que por ahí les hes muy novedoso en este caso”.
Por otro lado, Garnier, dijo que del fútbol se lleva un montón de cosas. “Muchos amigos, conocidos, muchas relaciones. El fútbol es cruel y mientras nos va bien tenemos muchos amigos, pero cuando las cosas no van bien quedan los pocos, la familia. Creo que me considero que en ese ítem hice muchos amigos y compañeros así que un montón de experiencias lindas, anécdotas de cuestiones vividas que uno cuando arranca en esta profesión, cuando arranca a jugar de chico sueña con jugar en primera y jugar en la selección. Yo he sido uno de los afortunados de haber tenido la posibilidad de jugar más de 20 años en distintas categorías y coronar mi carrera en Primera División con el club que tanto me ha dado”.
En cuanto a Sarmiento, el jugador, resaltó: “Tengo más de 20 años de carrera y la mitad la hice en Sarmiento. Hasta que me fui en su momento. La mitad de mi carrera deportiva la hice en Junín, en distintas categorías. Casualmente hablábamos con el kinesiólogo de la primera pretemporada en Maschwitz, en cancha de Armenio, con Sergio Lippi, el profe Funes que estaba Martín Funes; ahí arrancó mi experiencia en Sarmiento. Con mucho déficit pero siempre con las mismas ganas de salir adelante tanto con el club, como uno personal. Creo que ha sido una linda historia porque desde ese momento a hoy que nos encontramos en primera, el club no sólo que ha llegado a primera y se ha mantenido sino que tiene una estructura diez veces más grande de lo que fue en su momento y por eso uno siempre tiene que mirar para atrás y saber lo que vivió y lo que logró.
Mirar hacia adelante y ver en que más se puede seguir creciendo, hay mucho por crecer pero sabiendo que mucho se hizo y mucho se logró. No es conformismo sino saber que uno en su momento, muchos antes, y otros seguirán haciendo por Sarmiento para hacerlo cada vez más grande”.
“El fútbol es mi vida, uno sueña un montón de cosas y con el transcurso de los años que va viviendo de esta profesión que somos privilegiados, soy privilegiado porque tuve la suerte entre millones de personas de tener la posibilidad de hacer una carrera y tener una continuidad de más de 20 años. Creo que es la vida, y hoy con 41 años me estoy retirando de una profesión que en realidad soy joven para otras. La mitad de mi vida la hice jugando atrás de una pelota, hoy comienza otra sabiendo que lo que he dejado ha sido importante, pero lo que venga va a ser igual o más importante a lo que ha pasado, pero desde fuera de la cancha”, finalizó.