POR JOSÉ LUIS AMADO –PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD
Lo primero que quiero decir es que el título de esta nota tiene tantas respuestas como productores existen, por lo que ahora trataremos es de aportar una mirada profesional a un negocio que tiene muchas aristas complejas. Ahora sí, y cómo dicen los españoles: ¡vamos al lío!
Para comenzar le pedimos al juninense especialista en agronegocios Lic. Luis Ángel Gazzotti, titular de GazzottiAgro, que nos ayude a desglosar qué cantidad de quintales (es una medida muy usada en el campo que representa 100 kilos) necesita un productor de soja para salir hecho, es decir no ganar nada, pero tampoco perder.
El Lic. Gazzotti nos explicó que eso que llamamos “salir hecho”, en términos económicos se llama “rinde de indiferencia”.
“El rendimiento de indiferencia es la producción que cubre los costos totales de cultivo por unidad de superficie. Se trata de un indicador que combina el resultado económico y físico productivo”, comenzó el especialista.
“Para calcular el rendimiento de indiferencia se deben considerar los costos de implantación y protección, el valor de la tonelada del cultivo implantado y el rendimiento objetivo. Y una cosa muy importante, hay que tener en cuenta que el rendimiento de indiferencia es una medida del riesgo de la actividad agrícola”, aportó.
Una vez explicada la valoración técnica viene lo mejor (o lo peor) del tema, y es qué cantidad de quintales se necesitan para “salir empatado”.
“Sin contar lo que el productor puede haber pagado de alquiler por el campo y sin tener en cuenta los gastos de comercialización y los costos del flete de camión; en soja de primera hoy se necesitarían cosechar entre 20 y 24 quintales y en soja de segunda entre 15 y 17 quintales por hectárea. Estos números son solamente para lo que es implantación de cultivo y protección ante enfermedades”, explicó el Lic. Luis Gazzotti.
Está de más decir que estos números son al día de hoy a los precios que tiene hoy la soja.
Se sabe que aproximadamente un 70% de la agricultura se hace en campo arrendados, es decir en tierras alquiladas. Esto es importante porque el costo de la tierra tiene un peso muy significativo en la ecuación económica de un productor. Así, el Lic, Gazzotti nos explicó que “Si se agregan los costos de arrendamiento para aquellos productores sin campo propio, el margen de indiferencia promedio para la actual campaña de soja llega hasta los 28 qq/ha”.
Margen negativo
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) acaba de publicar sus estimaciones de rindes en los cultivos. El mismo lleva por título: “Las lluvias llegaron tarde para contener las pérdidas en soja y maíz”.
En el mismo se destaca que, “las lluvias llegaron recién en los últimos 10 días de febrero”, luego explica que “para entender el impacto de estos grandes eventos de lluvias, hay que distinguir las zonas que recibieron agua antes del 20 de febrero, las que se recuperaron después y las que no se recuperaron. En el caso de la franja central del país, el agua llegó para el llenado de la soja de 1ra y para la soja de 2da, el agua llegó un paso antes de iniciar su período crítico, a pesar de pérdidas irreversibles que ya había. Se estima en esa gran área un rebote de 4 qq/ha para el conjunto total de la soja. Pero hay una gran zona de Buenos Aires, el centro y el sur de la zona núcleo, en donde el agua llegó entre finales de febrero y los 1ros días de marzo, tras un estado de sequía que se venía extendiendo desde mediados de diciembre. Hay que considerar que por la sequía antes y por anegamientos ahora, en Buenos Aires podrían no recolectarse alrededor de 400.000 hectáreas sembradas con soja”.
También la entidad rosarina informó sobre probabilidades de rinde. En este sentido explicaron que, “Con este nuevo panorama, el rinde nacional promediaría 27,9 qq/ha. Y en la zona norte de Buenos Aires, 28,2 qq/ha”, señalaron de la entidad.
En este punto hay que aclarar que siempre se está hablando de promedios, puesto que cada lote es distinto. De todas formas, teniendo en cuenta los números del Lic. Luis Gazzotti, podemos inferir que la soja de primera en campo alquilado tiene resultado negativo, dado que en campo alquilado se necesitan 28 quintales, justo el estimado de la Bolsa de Comercio de Rosario (28,2). Pero a esto hay que sumarle los costos de comercialización y el precio del flete. Por lo tanto, en campo alquilado la ecuación es negativa.
Como se ve, la falta de agua en un momento clave del cultivo de soja, dejó el margen económico en zona roja. Ahora todo dependerá del manejo agronómico, sanidad del cultivo, la ubicación del lote y de la posibilidad de haber “ligado” justo una lluvia certera. Es cierto, son muchas variables, pero la última palabra lo tendrá el monitor de la cosechadora.
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