Por Redacción Grupo La Verdad
El pasado 20 de septiembre, el Gobierno Nacional eliminó las retenciones a las exportaciones de la industria láctea, que abarca tanto a productos como subproductos, por un período de 90 días. Se calcula que el impacto en las arcas fiscales es de 10 mil millones de pesos.
En diálogo con Grupo La Verdad, Horacio Salaberry, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), analizó el impacto de esta medida: “Toda eliminación de retenciones es buena. Ahora, la cuestión es que se trata de una medida por 90 días, al igual que todas las que está tomando el Gobierno respecto a los distintos valores del dólar (soja, maíz, etc.) que le han hecho tanto daño a la ganadería y agricultura. No da previsibilidad, porque los negocios de exportación son negocios de largo plazo”.
Explicó: “Cuando uno toma un compromiso, no vende mañana como en un supermercado, son negocios que se arman a lo largo de períodos de entrega de 6 meses a un año. Suspender las retenciones no da previsibilidad, deben ser eliminadas porque es un cargo que tiene el sector, el cual tiene que competir con los grandes del mundo, como Canadá, EEUU, Europa, Australia, Nueva Zelanda, todos países que tienen muy resuelta su situación económica y de infraestructura. Nosotros no tenemos eso, y encima tenemos una mochila de 9% arriba para correr la misma carrera con una mochila de 9 kilos”.
Luego dijo que, en cuanto al precio de los lácteos, hay que “dejar en claro” que el productor recibe en bolsillo “entre 90 y 110 pesos por la leche, y ésta en góndola vale entre 500 y 600 pesos” por lo que, quien produce, se queda con “precios bajos, y el consumidor final con precios altos”.
Con respecto a las dificultades del sector, explayó: “Se mezclaron dos cuestiones. Una, fue la baja internacional del precio de la leche, el cual empieza a recuperarse de a poco. Y la otra, fue la tremenda sequía que hemos vivido, que obligó al no haber pasto natural, a adquirir alimentación animal para suplementar los hangares. Todo esto es un costo adicional para el productor en el tambo, que ha sido tergiversado por el dólar soja y el dólar maíz, lo que generó un efecto de pinzas sobre el productor, lo que dejó en gran fragilidad a muchos tambos.
Inclusive, vemos a diario venta de animales en ordeñe de 25 litros de leche por día para poder mantenerse financieramente”.
Las retenciones a la industria láctea llegan a los 100 millones de dólares anuales para el sector. En cuanto a las retenciones globales en agricultura, en los últimos 20 años, suman casi 170 mil millones de dólares.
“Cuando al campo le va mal, las ayudas no tienen nada que ver con el monto que el campo aportó. Hay una inequidad, y el aporte debería ser mucho mayor por parte del Estado” finalizó Salaberry.