El entrenador trabaja en la técnica del jugador, la mejora de la forma física y las estrategias para los partidos. Sabe sobre el juego, conoce las reglas y la forma de enseñarlas a los jugadores. Además, cuida los aspectos mentales del juego, como la motivación y la concentración.
Por otro lado, un técnico de fútbol es responsable de la gestión general. Tiene un papel
importante en las relaciones dentro del conjunto, asegurándose de que haya un ambiente
positivo y cooperativo. Este aspecto es esencial porque es sabido la importancia de ser un equipo. Además, suele tener una visión estratégica a largo plazo, planificando el desarrollo de los jóvenes y la construcción de un conjunto competitivo.
Un entrenador de fútbol es un educador. Su función principal es enseñar a los jugadores las habilidades técnicas del juego, como el control de la pelota, los pases precisos, las ejecuciones al arco y las tácticas específicas del fútbol. Los entrenadores pasan horas en los clubes. Esto es así porque es importante que los jugadores puedan perfeccionar sus habilidades y mejorar su rendimiento. Trabajan en todo aquello relacionado con las emociones del juego. Ayudan a los miembros del equipo a tener confianza en sí mismos y a controlar la presión durante los partidos.
Además, supervisan el progreso de los jugadores a lo largo del tiempo, ajustando su enfoque de entrenamiento según las necesidades. Un entrenador, es líder.
Pero también, y además de formar jugadores, un entrenador forma personas para la vida; les enseña disciplina, constancia, objetivos, compromiso y dedicación, les enseña a trabajar para obtener sus sueños o al menos acercarse a ellos.
Todo eso lo hizo Videla en cada institución que trabajó; perfeccionó jugadores, les enseñó, les dio herramientas y hoy muchos de esos niños que formó Ricardo se encuentran haciendo sus primeras experiencias en el amateurismo o en el fútbol profesional.
La Deportiva dialogó con el entrenador de formativas, Ricardo Videla, sobre la formación de jugadores y sus experiencias. El entrenador se encuentra en la actividad hace más de 30 años, “he dirigido divisiones de inferiores, pasé por primera división, por casi todas las categorías de la liga, y también a nivel de Selección acá de Junín, y he pasado por muchos lugares”.
En la actualidad en Jorge Newbery, Videla formó parte en el pasado de Independiente, River, Ambos Mundos y Defensa Argentina. En el Aviador tiene a su cargo a predécima y décima división. “Si bien antes, cuando yo era en el club, estuve con los más grandes, pero fui dejando, para dedicarme un poco más tiempo a esos chicos de esa edad. Es decisión mía porque me gusta más formar. Considero que el chico es un diamante en bruto, y con mi experiencia y con el tiempo que llevo con chicos, es ideal que yo esté con ellos. De hecho, hay muchos chicos que hoy están en la primera local y a nivel nacional que han pasado por mis manos, los primeros pasos los han dado conmigo”.
A su vez, el entrenador, explicó que “tengo las ganas como para estar con ellos, de estar
enseñando, corrigiendo. Los chicos que tengo son de nueve, diez, once años, están abiertos por saber. Después más arriba, los juveniles, ya cambian la forma de entrenamiento, porque además no es tan, si bien es formativa, pero de otra forma, y esto yo lo considero como la escuela; a medida que ellos van creciendo, como que van pasando de año, grado, hasta llegar a la primera, que es la facultad. Es ese el momento de haber llegado, haber transmitido, no solo por mí. Es un proceso en el cual hay mucha gente que pasa por medio de ellos, y la formación es diferente a la primera, ya la primera es más táctico, y se manejan otros tiempos, que ya está, ya tenés que trabajar para el fin de semana, en cambio en inferiores no, trabajas para un futuro, y según con las divisiones que uno está, puede ser un futuro a corto, a mediano o a largo plazo,
en mi caso es un futuro a largo plazo, y si tuviera séptima, sexta, a mediano plazo, y si están en cuarta y quinta, ahí nomás, a un plazo más corto”.
Y los objetivos también son diferentes en formativas, “los más chiquitos recién están dando sus primeros pasos, y está en uno que no dejen, y atraparlos de forma tal que si ves que algún chico tiene condiciones, porque no todos son lo mismo, algunos tienen unas cositas o tienen otras, y bueno, está en nosotros, saber aprovechar las cualidades que ellos tienen, de forma tal de unirlos al grupo, o llevarlos a una división, y con el paso del tiempo, ir formando los grupos, de forma tal que sea un conjunto de procedimientos que uno está realizando en inferiores, que puede llevarnos al objetivo siguiente, que es cuando cambia la división. O sea, el objetivo nuestro es reclutar a los chicos, acomodarlos, e ir pasándolos de la mejor forma”.
También, afirmó: “Son pocos los técnicos que hay en formativas. La mayoría quiere dirigir en primera porque el escapan a enseñar. Hay docentes que están capacitados en un montón de cosas pero se inclinan en los más chicos”.
En una entrevista Pablo Aimar reflexiona sobre el fútbol en los más chicos, “Para mí no se entrena igual a adultos que a chicos. Con el tiempo las cuestiones tácticas se incorporan. Para hacer un movimiento táctico, para recibir una pelota, tenés que tener con qué quedártela, y jugar por jugar es maravilloso. Entonces si le sacamos ese jugar por jugar, libre de toque, le estamos sacando el juego, le estamos poniendo reglas. Por ahí suena medio romántico, pero en las escondidas u otro juego que uno juega de chiquito, imaginate que te decían “te podés esconder acá, nada más”, no jugás más”.
Reflexión que sintetiza el deporte como un juego atrapante pero que requiere de volver a su esencia. Videla, por su parte expresó: “Sí, ya no hay más potrero. De hecho, por eso existen las escuelas de fútbol. Cuando comencé a trabajar y me inicié con divisiones menores, tenía escuelas de fútbol, y de hecho tuve una escuela de fútbol particular también, y le explicaba a los padres que la escuela de fútbol suplanta hoy por hoy lo que es el potrero de antes. Y ya no hay más, porque ahora los chicos no pueden salir mucho a la calle, hay mucha delincuencia, antes nosotros estábamos en la calle, abajo en la
luz, jugábamos en la calle, no pasaba nada, te podía morder un perro, pero ahora está
complicado entonces la escuela de fútbol suplanta eso”.
Continuando con el tema, el entrenador, dijo: “Y hay veces que yo veo escuelas de fútbol que son muy estrictas y que no debería ser así. El tema era llevarlo a lo que nosotros hacíamos antes, que era el potrero. No hacerlo tan formal, de un arco con red, porque ahí se crea el problema. Veo que hay profesores que hacen pistas de aterrizaje, con luces acá, que hacen todo una maravilla, y vos te encontrás con que hay lugares acá en Junín que no son así, te encontrás con la realidad donde los pisos no son buenos, son diferentes. Y ahí está la esencia del fútbol, el potrero. Entonces en la escuela de fútbol hay que hacerlo como que sea un barrio.
Entonces están nosotros también de saber aplicar las dos cosas. Aplicar lo que es el potrero que no está, dentro de la docencia, y lo riguroso que es un entrenamiento acorde a la edad de ellos”.
“Ya no hay más potrero, ya los chicos dominan mucho el celular, la computadora, los tiempos. Antes en mi época el que iba a inglés era otra cosa, era el contado, los que iban a inglés particular. Viste, ahora hay computación. Los chicos participan de otra cosa. Después estamos acá en Junín, donde hay chicos que vienen para recrearse, para salir de eso. Y que pueden ejercitar el físico y el cuerpo de ellos. Entonces está en nosotros también guiar, no solo a los chicos, sino también a los padres. No es una carrera fácil estar con chicos”, añadió.
También comentó que no es sólo futbolístico, ser entrenador es algo más integral, “y no solo en el juego, sino en un montón de cosas. Mandarlos al médico. Ahora nosotros tenemos la oportunidad en Junín. Yo fui promotor de empezar con los estudios médicos, pero te hablo de 25, 30 años atrás, cuando llegué acá a Junín. Que ahora interviene la municipalidad que hace la recepción médica a los chicos, que es gratuita. Y eso también, de mi parte, soy muy constante en eso. Y los obligo a los padres a llevarlo a que hagan esa actividad y que me traigan una fotocopia de la aptitud médica, deportiva. Todos los estudios los tenés que hacer. Es gratis. Porque a veces no te sirve nada ser muy bueno con el fútbol si no tenés una buena alimentación, una buena atención médico como para que puedas llegar. Si no, quedas a mitad de camino”.
