Por Diego Abdo
Vivir en la Laguna de Gómez no es simplemente habitar un espacio, sino sumergirse en un universo de sonidos y colores cambiantes que envuelven cada rincón. Allí, el viento susurra entre los juncos, el sol ilumina los pastizales, y la luna se posa sobre la densa vastedad de la Pampa Húmeda. Este rincón natural, rebosante de vida, alberga a más de 200 especies de aves, algunos residentes permanentes y otros visitantes estacionales, que componen una sinfonía visual y sonora. La Laguna es, en esencia, una historia de sentidos, una mezcla de colores, aromas y texturas que se renuevan día a día.
Hace más de diez años, este lugar conquistó a Claudio Spiga, periodista y fotógrafo en busca de un cambio. Abandonó su vida en la ciudad y se trasladó a la Laguna, donde su rica biodiversidad lo envolvió y comenzó a inspirarlo. Hoy, Spiga ha dedicado los últimos siete años a registrar en imágenes la fauna aviar de este rincón natural. Así nació Canción de los nidos, un libro que combina la poesía y la fotografía para evocar la vida silvestre de la Laguna.
El registro fotográfico de Spiga se ha ampliado con el tiempo, acumulando imágenes de unas 250 especies de aves.
Además de su libro, Spiga también produce Relatos del chamán lagunero , un podcast en Spotify donde comparte reflexiones sobre su experiencia en contacto con la flora y fauna locales. Para él, vivir en la Laguna de Gómez no es sólo una elección de vida, sino un privilegio y un compromiso con la naturaleza. Lo que comenzó como una serie breve de relatos de respaldo para la radio se convirtió en un proyecto de 60 episodios. En cada uno, Spiga no solo cuenta historias de la fauna, sino que da vida a personajes locales, mostrando la rica diversidad humana que también habita la Laguna de Gómez.
Un viaje de ida
“Vivir en la Laguna es un viaje de ida”, dice Claudio. Hace ya muchos años que dejó atrás una vida en ciudades como Rosario, donde trabajó como periodista y fotógrafo. Luego de pasar años en las urbes, trabajando en medios como el diario La Capital de Rosario, su estilo de vida estaba marcado por horarios nocturnos y un ritmo urbano frenético. Sin embargo, al llegar a la Laguna, todo eso quedó atrás.
“Al principio, me costó adaptarme al día. Venía de trabajar hasta la madrugada y dormir durante el día, pero aquí, con el tiempo, me fui acostumbrando a un nuevo ritmo”, cuenta. Ahora se despierta al amanecer y a primera hora, sale con su cámara en mano a explorar. Ese paseo temprano le permite recorrer el paisaje lagunero mientras la fauna despierta, capturando en imágenes las aves que ve a diario.
La Laguna: escuela de vida y fotografía
Un día típico de Spiga incluye largas caminatas por la costa de la Laguna, desde el área de parapentes hasta el puente de Lincoln, trayecto que hace regularmente con su cámara. Este recorrido, que ya considera “su lugar”, se convierte en una jornada de observación y descubrimiento. Claudio confiesa que, cuando comenzó, pensó que con unos meses sería suficiente para captar la fauna que habitaba el lugar. Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de que el ecosistema de la Laguna era inabarcable y que cada paseo le deparaba nuevas sorpresas.
El registro fotográfico de Spiga se ha ampliado con el tiempo, acumulando imágenes de unas 210 especies de aves. Su interés por la fauna lagunera lo llevó a documentar desde especies comunes, como el hornero, hasta migrantes excepcionales, como el chorlo pampa, un ave que viaja entre Alaska y Ushuaia y que, en su recorrido, hace una parada en la Laguna.
Una pasión que va más allá de las imágenes
La curiosidad de Spiga no se limita a la captura de una imagen. “Cada especie tiene una historia, un comportamiento, una función en el ecosistema”, explica. Su pasión por conocer y entender la vida silvestre lo llevó a explorar detalles específicos sobre las aves de la Laguna, desde sus hábitos de alimentación hasta sus complejas interacciones con el entorno.
Este conocimiento lo ha convertido en una especie de “guardián” del ecosistema lagunero. Como guía de observación, lleva a visitantes interesados en conocer la fauna y flora de la Laguna, promoviendo un turismo ecológico que permite apreciar y valorar el ambiente sin alterarlo.
Claudio creó también su propio podcast, donde relata experiencias y anécdotas bajo el seudónimo de “Chamán Lagunero”.
Canción de los nidos no es solo un libro de fotos, sino una obra que combina su amor por la fotografía con poemas breves que relatan la esencia de cada imagen. “Más que un libro científico, es una obra poética, una invitación a conocer la vida de la Laguna a través del arte”, cuenta. El proyecto de Claudio Spiga y Juampi Caiazza combina haikus y fotos en una obra que recorre la diversidad de aves que habitan el noroeste bonaerense con la intención de profundizar el conocimiento sobre la fauna de la región.
Presidente de la República de la Laguna
Con un toque de humor, Spiga afirma ser el “presidente” de la imaginaria “República separatista de la Laguna de Gómez”, un mundo independiente y autosuficiente en plena naturaleza. Como “presidente”, su deseo es preservar el entorno lagunero y fomentar el turismo sustentable. Para él, la conservación de la Laguna es crucial para el equilibrio del ecosistema local. Defiende que la región costera donde la fauna habita en pastizales debe mantenerse silvestre, evitando las intervenciones humanas que puedan alterar su dinámica natural.
“Sería fundamental mantener la zona agreste y promover el ecoturismo en lugar de convertir cada espacio en una playa artificial”, comenta Spiga. Su visión es la de un lugar donde se respetan los espacios verdes y donde los turistas puedan disfrutar sin poner en riesgo el hábitat natural de las especies locales.
Spiga asegura que nunca se llega a conocer la Laguna del todo. Con sus sonidos, colores y sombras siempre en movimiento, la naturaleza ofrece un espectáculo nuevo cada día. Su vida en la Laguna de Gómez es un recordatorio de que la naturaleza tiene mucho que enseñarnos si estamos dispuestos a escuchar. Para Claudio, la Laguna es un viaje sin retorno, una vida en conexión profunda con el mundo silvestre y su propio ser.