Más de cien perros, atendidos por Alicia Canzonetta, viven en un extenso predio sobre calle Lartigau y Ruta 7. Las muchas necesidades diarias que atraviesan significan un llamado a la solidaridad de los juninenses.
Alicia Canzonetta es el alma del Refugio de AJPA. Con la ayuda de apenas dos cooperativistas, que se van turnando para llegar al enorme predio ubicado en Lartigau y Ruta 7, se encarga de mantener el lugar, cocinar y atender a más de 100 perros que viven en el lugar.
Con la solidaridad como estandarte y el objetivo de servir y mejorar la vida de estos animalitos abandonados, que en algún momento fueron librados a su suerte y rescatados, Alicia es una todoterreno que vive 24×7 en el Refugio, también su casa.
Desde hace un tiempo, la gente no solo se llega en búsqueda de una adopción. También se impuso “apadrinar” a algún perrito, para hacerle sus horas más cortas y que espere un momento especial de felicidad.
Por otra parte, las necesidades en el Refugio siguen siendo muchas. Desde insumos hasta alimentos, pasando por materiales de todo tipo para mejorar los caniles y crear un nuevo espacio para los más viejitos.
“Mi trabajo diario es hacer todas las tareas. Dos chicos de la cooperativa me ayudan a llevar las carretillas de la comida que yo les cocino, y después yo me encargo de repartirla porque sé cuánto le corresponde a cada perro, si es viejo come menos, si es cachorro se divide en varios platitos”.
Cada día, deben elaborarse grandes ollas “con menudos o carcazas que recibimos en donación, que les cocino con arroz o polenta. A esto se le suma el pan y el alimento balanceado, hacemos alrededor de cinco carretillas llenas cada día”.
Esta cantidad de comida es necesaria porque “en su mayoría son todos perros de tamaño grande, que son los más difíciles que se acepten en adopción, y comen mucho, una sola vez al día”.
Los chicos que colaboran son los encargados de rastrillar el amplio terreno, de alrededor de seis hectáreas, cambian el agua en los caniles mientras Alicia en persona se sube al tractor para cortar el pasto. Y también hay otros chicos que se suman a hacer distintas actividades.
EL PADRINAZGO
Según cuenta Alicia, desde AJPA se decidió implementar un nuevo sistema para acercar a los animalitos con familias. Por supuesto, la tradicional adopción sigue en vigencia, pero para aquellos que “ya tienen muchas mascotas, no están en sus casas por muchas horas o no poseen lugar en sus casas, está la posibilidad de que apadrinen a un determinado perrito del Refugio”.
“Los padrinos les llevan un juguete, o un ponchito para abrigar en el frío, los llevan a la peluquería para un baño o corte de pelo o los sacan a pasear dentro del Refugio. Ellos después vuelven al canil, pero así tienen la posibilidad de salir y disfrutar dos o tres veces por semana, cuando van sus padrinos. Es una gran ayuda para nosotros y un recreo para los animalitos”, explicó Alicia.
A esta propuesta se sumaron muchos juninenses, dispuestos a colaborar.
UN LUGAR PARA LOS MÁS VIEJITOS
A pesar de las manos solidarias y la ayuda que llega, las necesidades son una constante en el Refugio “porque son muchos los animales para atender”, remarcó Alicia.
“Nuestro objetivo actual está fijado en construir un canil grande para alojar a los más viejitos, que serán alrededor de diez. Vamos a hacerlo techado porque ya se viene el frío, algo que sufren mucho, más allá que en el Refugio cada perrito tiene su cucha. Por eso sacamos todo lo que había lleno de humedad, retiramos los escombros con la ayuda de los chicos y estaríamos necesitando varias chapas para techar, además de poner una luz y hacerles un lindo resguardo. Ya que son los que menos adoptan, al menos que tengan su lugar calentito en invierno”, agregó.
Mantas, colchones, curabichera, gasas, algodón, cefalexina, agua oxigenada, alcohol… son los elementos más necesarios en el Refugio, y que Alicia siempre tiene la mano extendida para recibir, en nombre de los habitantes del lugar.
Mientras, desde hace más de diez años, Alicia sigue soñando con poner en marcha una enfermería en el Refugio. “Tenemos el lugar pero sin terminar”, dijo, y representa otro punto para que la solidaridad juninense se ponga en marcha.
Se trata de un lugar siempre abierto para las visitas, donde cualquiera puede colaborar con lo que pueda o quiera, o elegir un perrito para cambiar su vida o apadrinarlo. En esta titánica tarea que emprende AJPA, también hay un alias donde puede realizarse una colaboración económica: aliciarefugio. Con estos fondos se compra todo lo que se va necesitando, como pastillas para los perros con demodexia, pañales, medicación específica y se abona el traslado a la veterinaria, entre otros gastos diarios.