Cada vez en más hogares se incorporan trucos sencillos para cuidar distintos objetos, en este caso, la heladera. Parece un consejo extraño, pero colocar un rollo de papel higiénico en el interior de este electrodoméstico se está volviendo popular. Lo curioso es que su función no tiene nada que ver con la limpieza tradicional.
Este método simple y desconcertante a la vez, responde a un problema frecuente en cocinas de todo el mundo. Lo positivo es que no hay que gastar dinero en accesorios específicos, porque este producto cotidiano logra cumplir una función inesperada dentro del aparato.
El papel higiénico está compuesto principalmente de celulosa, un material con gran capacidad de absorción.
Al colocarlo en la heladera actúa como una esponja que retiene la humedad en exceso, una de las principales causas de que frutas, verduras y otros alimentos se deterioren rápidamente. Al reducir la condensación, se prolonga la vida útil de los productos frescos.
Además posee otro beneficio y es su efecto sobre los olores. Los espacios cerrados como la heladera concentran aromas de distintos alimentos que terminan mezclándose. Frente a esto, el rollo absorbe parte de esas partículas y ayuda a mantener un ambiente más neutro.
El truco fue revelado por el sitio Reader’s Digest donde detalla que el papel evita que los sabores se transfieran y que un plato cocido termine impregnando frutas u otros ingredientes. Sin embargo, lo importante es cambiar el rollo cada cierto tiempo, ya que se satura con el uso. Su reemplazo regular asegura que el truco mantenga eficacia.
Existen diferentes tipos de ventajas y cuidados a través de este truco casero
A diferencia de los deshumidificadores comerciales o de los filtros para refrigeradores, el papel higiénico está siempre disponible y no requiere inversión extra.
Al ser papel para la higiene, no libera compuestos químicos ni altera los alimentos, lo que lo convierte en un recurso seguro.
Sin embargo, conviene tomar algunos cuidados básicos. El rollo debe ubicarse en una zona firme de la heladera, preferentemente en un estante donde no corra riesgo de mojarse directamente con líquidos.
En caso de que se humedezca demasiado, su función pierde eficacia y puede favorecer la aparición de moho.
También no hay que utilizarlo durante meses sin recambio, ya que la celulosa se degrada con el tiempo.
Por eso, mantener la práctica con constancia y renovaciones periódicas, el efecto positivo sobre la conservación de los alimentos se vuelve evidente y ayuda a optimizar el uso del electrodoméstico.
Colocar un rollo de papel higiénico en la heladera parece una idea extraña pero es una medida lógica que ofrece resultados sorprendentes. Su capacidad de absorber humedad y reducir olores ayuda a prolongar la frescura de frutas, verduras y otros alimentos. Además es económico y natural siendo una gran alternativa ante productos especializados.