Por Redacción Grupo La Verdad
La marcha del gobierno de Javier Milei y sus primeros casi 3 meses de gestión, la emergencia social, el golpe negativo del cambio climático en los cultivos, la expectativa por la cosecha gruesa y su participación en la política gremial, con una mirada más allá de las entidades, fueron algunas de las respuestas que dio el dirigente rural de Carbap, Gustavo Frederking, a este diario.
Además, dejó un mensaje sobre la necesidad de fortalecer las instituciones intermedias y la necesidad de que la dirigencia nacional llegue a acuerdos para salir del pozo en el que se encuentra el país en materia social y económica, fundamentalmente.
JAVIER MILEI
Consultado por este medio sobre la mirada hacia el gobierno nacional y en particular hacia el presidente Javier Milei, Frederking, sostuvo que en la dirigencia de Carbap en particular y en general en el sector hay opiniones diversas sobre el presidente. «Su carácter no es común, de tan poca tolerancia y entendimiento pero a la vez es un presidente que propuso un cambio, que tiene las convicciones claras y que está siendo realista sobre la situación del país», comenzó analizando.
«Esto de esconder los problemas y patear hacia adelante para inventar algo no iba más. Lo escuché al gobernador hablar en contra del ajuste, de que todo esto es un desastre. Pero desde el sentido común, en una empresa, en una familia, no se puede gastar más de lo que se tiene. Si no se llega no se puede gastar o uno se termina fundiendo», amplió.
Ahora, reparó, «ver a un presidente peleando con Lali Espósito no me gusta. Me gusta ver a un presidente que nos diga cómo salimos de la pobreza».
«Estamos saliendo del populismo que nos estaba llevando al fracaso total, con Sergio Massa agravando todos los números con tal de ser presidente», completó más adelante.
Y remarcó: «necesitamos inversión en este país, pero nadie va a venir a invertir si no mostramos certidumbre y seguridad jurídica. Este país tiene todo para desarrollarse, pero necesitamos inversión».
En ese sentido señaló que «7 de cada 10 dólares entran al país por el campo, hay que apuntar a la producción, a las pymes argentinas. Estamos de acuerdo con Milei en una reforma laboral, pero para generar más trabajo, y los sindicalistas lo saben, aunque están pensando en su metro cuadrado».
«A veces parece que Milei vino a hacer el cambio que Macri no hizo a fondo, quedó a mitad de camino, por ejemplo, gasto público», finalizó sobre el tema.
PACTO DE MAYO
Más adelante, el dirigente de Carbap dijo que espera que la convocatoria de Javier Milei a los gobernadores «se dé», pero «con diálogo, sin imposición». Nunca pudo llevarse a cabo lamentablemente a pesar de las promesas».
«El campo siempre aboga por este proceso y el campo quiere ser parte de la reconstrucción del país, parte de la solución, porque si al productor le va bien lo invierte en sus comunidades y eso hace mover la economía», sentenció.
PARTICIPACIÓN POLÍTICA
Otro de los temas planteados en la entrevista con Grupo La Verdad fue el de la participación política más allá de lo gremial del campo. Al respecto, contestó: «desde el lugar que estoy hago política. Soy de una personalidad proactiva, siempre me gusta hacer y lograr objetivos y a veces veo que en este sistema es muy complejo».
«Involucrarme para ser parte de ese sistema no quiero. Hoy estoy en Carbap e iré viendo en el futuro, me gusta la posibilidad que da la política de transformar, es una vocación que tengo, pero se verá con el tiempo», diferenció Frederking.
«Por el momento estoy muy conforme con mi rol de dirigente rural. Recorrí la provincia entera por Carbap y la fuerza que tienen las instituciones es muy importante», manifestó además.
EXPECTATIVA SOBRE LA COSECHA
Consultado sobre las expectativas que tiene el sector para la cosecha gruesa y las estimaciones previas que suponían rindes muy importantes en los cultivos y hasta hablan de récord, afirmó que esa situación no se dará finalmente y explicó que «por la experiencia que tenemos sabemos ser cautos porque el clima es muy importante y cambia el panorama constantemente».
«El año pasado, en febrero, teníamos un clima casi desértico, con mucho calor y sobre el final del mes hubo una helada insólita», ejemplificó.
«Va a ser una buena cosecha, pero no lo que se presumía en diciembre. Necesitamos dos situaciones para que un cultivo se desarrolle con resultados positivos: una la lluvia, determinante, y otra la napa, que es la humedad en la tierra. Para entenderlo bien el tema de las napas es clara la relación entre estas y la altura de las lagunas. En este momento tenemos a Mar Chiquita con muy poca agua y la Laguna de Gómez está sin agua. Eso quiere decir que no hay humedad y dependemos de la lluvia», detalló.
«Veníamos sobrellevando la situación pero la falta de lluvias de fines de enero y el calor intenso de febrero generaron daño. Se habla de que podríamos entrar en una niña nuevamente por septiembre u octubre, pero los pronósticos no vienen siendo precisos, yo sería cauto, me concentraría en esta cosecha, porque el año pasado fue dramático», concluyó.