Cada 9 de febrero se celebra el Día Mundial de la Pizza, uno de los platos italianos que más se ha extendido alrededor del mundo. Este es el séptimo aniversario, que nació como una iniciativa internacional.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), declaró en 2017 a la pizza como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad debido a su rol en la vida social y a la transmisión de este arte culinario entre generaciones.
Si bien los principales antecedentes de la pizza están relacionados con el consumo de pan de trigo en las antiguas culturas de países como Grecia, Egipto, y el Imperio persa, el plato como actualmente lo conocemos se originó en Nápoles.
Las personas que habitaban en los alrededores de dicha ciudad, en la región de Campania, Italia, agregaban tomate a un pan plano elaborado a base de levadura.
Varios historiadores estiman la pizza moderna fue una creación de Raffaele Esposito de Nápoles, un reconocido cocinero y panadero del siglo XIX.
En aquel entonces, las mujeres napolitanas mezclaron diferentes ingredientes sobre una base de pan para alimentar a sus familias. Los colores de la bandera italiana también refieren a la pizza, como también a las pastas en general: rojo (salsa), blanco (trigo/masa) y verde (albahaca o actualmente, la rúcula).
En tanto, este famoso plato se celebra en diferentes fechas en varias partes del mundo. En nuestro país, por ejemplo, se celebra La Noche de la Pizza y la Emanadas en septiembre, organizada por la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas de la Argentina (Apyce).
Pero la verdad que la pizza es algo de todos los días en cada casa de Argentina y en Buenos Aires, según famosos y especialistas en gastronomía, están las mejores, superando a las nativas de Italia.