Los sectores peronistas del Frente de Todos planifican la realización de diferentes actos por el 17 de octubre, cada uno con su propia impronta y perspectiva sobre el Día de la Lealtad, en una jornada que marcará los posicionamientos de cada corriente de la coalición respecto a las elecciones presidenciales del año próximo.
En la agenda aparecen, por ahora, tres actos confirmados: la mayor parte de los sindicatos de la CGT se congregará en Obras; el Fresimona (Frente Sindical por el Modelo Nacional), la Corriente Federal de los Trabajadores y la CTA confluirán sobre Plaza de Mayo junto al PJ bonaerense; y el Movimiento Evita con otras organizaciones sociales realizará un cabildo abierto en La Matanza.
En cuanto a la participación del jefe de Estado, Alberto Fernández, en alguna de las actividades, la portavoz Gabriela Cerruti se limitó esta semana a decir que los actos se van organizando desde el Partido Justicialista y la CGT y que cuando el panorama esté más organizado, ahí sabremos si el Presidente concurrirá a alguno de esos actos.
El jueves pasado, en su habitual rueda de prensa, Cerruti subrayó que el lunes 17 de octubre el PJ va tener diferentes actos en diferentes lugares del país y que el Presidente va a estar atento a todos ellos, al tratarse de una fecha importantísima para el peronismo.
En la historia del movimiento nacional justicialista, al 17 de octubre se lo conmemora como una fecha clave del calendario -remite a la jornada del año 1945 en la que el peronismo nació como movimiento político de masas- pero sus implicancias y significaciones fueron variando según los distintos períodos.
La conmemoración del Día de la Lealtad tampoco estuvo exenta de controversias internas entre distintos polos y corrientes diversas del justicialismo: esta oportunidad, a pocos meses del inicio de la campaña electoral, no parece ser la excepción.
De todas formas, el FdT intenta mantener la buena sintonía, el diálogo y la unidad responsable sin fecha de vencimiento.
A fines de septiembre, en el oficialismo circulaba la idea de convocar a un gran acto con una consigna única que expresara un respaldo contundente al Gobierno y elevara un mensaje de apoyo irrestricto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tras el intento de asesinato en la noche del jueves 1° de septiembre.
La intención era hacer una gran marcha que reuniera a todas las vertientes del FdT con un millón de personas en Plaza de Mayo y una consigna focalizada en la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner: era una forma de emular aquel 17 de octubre del ’45, una síntesis soñada por todos los dirigentes.