George Foreman fue un boxeador profesional estadounidense, considerado como uno de los mejores pugilistas de peso pesado de todos los tiempos. También fue un exitoso empresario y predicador ordenado, que falleció este viernes 21 de marzo.
Nacido el 10 de enero de 1949 en Marshall, Texas, Foreman se convirtió en campeón mundial de peso pesado en dos ocasiones y es recordado tanto por su destreza en el cuadrilátero como por su reinvención como empresario y figura pública.
El ascenso al título de George Foreman
Foreman comenzó su carrera en el boxeo a una edad temprana y rápidamente se destacó en el circuito amateur. En 1968, ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de México en la categoría de peso pesado, lo que catapultó su carrera profesional. Su poderío y agresividad lo llevaron a ser una de las figuras más temidas en el ring, y en 1973, a la edad de 24 años, se coronó campeón mundial de peso pesado tras derrotar a Joe Frazier por nocaut.
Su estilo feroz y su capacidad para noquear a sus oponentes lo hicieron un ícono en una era dorada del boxeo, en la que competía contra figuras como Muhammad Ali, con quien se enfrentó en la legendaria «Rumble in the Jungle» en 1974. Aunque perdió esa pelea ante Ali, la batalla consolidó a Foreman como uno de los grandes del boxeo.
La retirada y el renacer
Después de una serie de altibajos, y de una sorpresiva derrota en 1977 ante Jimmy Young, Foreman se retiró del boxeo. Sin embargo, en un giro inesperado, en 1987 regresó al cuadrilátero con 38 años, mucho más maduro y con una nueva mentalidad, buscando redención. En 1994, a los 45 años, se coronó nuevamente campeón mundial de peso pesado, al derrotar a Michael Moorer en una de las victorias más sorprendentes de la historia del boxeo. De esta manera, se convirtió en el campeón de peso pesado más viejo de la historia.
Fuera del ring: empresario y figura pública
El legado de George Foreman no se limitó solo al boxeo. Tras retirarse de la competencia profesional, Foreman emprendió una exitosa carrera como empresario. Fue la cara de la famosa «George Foreman Grill», un electrodoméstico de cocina que revolucionó la forma de asar carnes y que fue un fenómeno de ventas. Gracias a este invento, Foreman amasó una fortuna considerable y se convirtió en un exitoso hombre de negocios.
Además, Foreman fue un predicador cristiano, dedicando una parte significativa de su vida a la fe. Su personalidad carismática y su cambio de vida lo hicieron muy querido por el público, que lo veía como un hombre de segundas oportunidades y reinvenciones.
Legado y reconocimientos
George Foreman es reconocido no solo por su poder en el ring, sino también por su capacidad para reinventarse y su influencia fuera del deporte. En 2011, fue incluido en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional, lo que consolidó su lugar en la historia del deporte.
A lo largo de su vida, Foreman dejó un legado como un hombre de contrastes: feroz y temido en el cuadrilátero, pero amable y afable fuera de él. Su historia es un testimonio de perseverancia, redención y éxito.