Según el intendente radical de Coronda, el traslado de presos para inauguración fue un espectáculo mediático. Bullrich lo niega, pero los internos ya no están allí.
El intendente radical de Coronda, Ricardo «Bachi» Ramírez, intensificó sus críticas y la polémica por la reciente inauguración de la cárcel federal en su localidad, calificando nuevamente el evento como una «puesta en escena». Pese a los intentos de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de desmentir esta versión, Ramírez reafirmó sus declaraciones originales y detalló las irregularidades en una entrevista radial esta mañana.
El conflicto comenzó hace tres días, cuando Ramírez denunció que los internos presentados en la ceremonia no se quedaron en el penal, sino que fueron trasladados poco después.
Según sus palabras, “los internos llegaron desde José C. Paz (SIC), en la provincia de Buenos Aires en un operativo desmedido para filmar su ingreso y, a la media hora, fueron retirados del lugar”. En sus declaraciones de esta mañana de lunes a Futurock, Ramírez agregó que la cárcel aún no está operativa debido a la falta de infraestructura básica, como el acceso a agua, lo que demorará al menos dos meses más su puesta en funcionamiento.
Las declaraciones del intendente de Coronda por la polémica inauguración de una cárcel federal en Santa Fe, con presos llevados por Patricia Bullrich desde la provincia de Buenos Aires para un show mediático, según denuncia
ERRORES Y DESMENTIDAS
El intendente cometió inicialmente un error al afirmar que los presos provenían de una cárcel en José C. Paz, en la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, la ministra Bullrich si aclaró que los internos «fueron trasladados desde la cárcel federal de Marcos Paz», también en territorio bonaerense, pero bajo jurisdicción federal.
Este detalle es crucial, ya que el sistema penitenciario de José C. Paz está administrado por la provincia de Buenos Aires, mientras que el penal de Marcos Paz depende del Servicio Penitenciario Federal, lo que permite a Bullrich disponer de los traslados.
A pesar de esta corrección, la polémica persiste. Bullrich, en su intento de minimizar las acusaciones, aseguró que los internos habían sido trasladados posteriormente a la provincia de Chaco, argumentando que su origen santafesino justificaba su paso inicial por Coronda. Sin embargo, esto refuerza las palabras de Ramírez sobre el carácter temporal y simbólico del operativo en su localidad.
CÁRCEL SIN TERMINAR
Las críticas del intendente no solo apuntan al show mediático, sino también a la falta de transparencia y coordinación en el proyecto. Según Ramírez, la cárcel está lejos de estar lista. “No tiene agua, faltan varios servicios básicos y las obras no estarán terminadas antes de dos meses”, sostuvo.
Además, expresó preocupación por la seguridad de la localidad y por el perfil de los reclusos que eventualmente serán alojados allí, exigiendo que sean internos oriundos de Santa Fe para aliviar la sobrepoblación de las cárceles provinciales.
CONTEXTO POLÍTICO
El acto de inauguración, liderado por Bullrich, fue presentado como un hito en la gestión de seguridad nacional, con la ministra asegurando que «el que las hace, las paga». Sin embargo, la ausencia del gobernador santafesino Maximiliano Pullaro, quien envió a un representante, fue interpretada por algunos como un intento de evitar quedar asociado a un evento que carecía de sustento operativo.
La falta de internos en la cárcel federal de Coronda y su posterior traslado a Chaco dejan al descubierto una estrategia mediática más que una solución concreta.
Mientras tanto, el intendente de Coronda «Bachi» Ramírez sigue firme en su postura, enfrentándose a una ministra que, en la previa de un año electoral, parece más interesada en construir narrativas que en resolver problemas estructurales.
Para la provincia de Buenos Aires, este episodio requiere explicar nuevamente un error frecuente en el discurso público: confundir jurisdicciones y responsabilidades entre cárceles provinciales y federales.
Aunque el penal de Marcos Paz está ubicado en la provincia de Buenos Aires, su administración depende exclusivamente del gobierno nacional, dejando claro que el traslado de internos fue diseñado para impactar políticamente y no para ofrecer soluciones reales a la crisis penitenciaria. En nada se relaciona con José C. Paz, salvo en el apellido homónimo.