Dos hermanos unidos por el deporte, Francisca y Salvador Iudica, se desempeñan con pasión en distintas disciplinas, llevando el nombre de su ciudad a lo más alto del podio. Su dedicación y esfuerzo son un ejemplo de perseverancia y un motivo de orgullo para Junín.
Salvador incursionó en el deporte desde muy temprana edad, comenzando a los cinco o seis años en Optimist. A los 13 años decidió cambiar de rumbo y enfocarse en el iQFoil, una clase de embarcación a vela dentro de la modalidad de windsurf, deporte que practica actualmente. Esta transición marcó un nuevo capítulo en su carrera deportiva, demostrando su adaptabilidad y pasión por los desafíos.
Para complementar su entrenamiento en iQFoil, Salvador también se dedica a correr, andar en bicicleta y hacer gimnasio. Esta preparación integral le permite participar en duatlones y triatlones junto a su hermana, demostrando su versatilidad y compromiso con el deporte en todas sus formas. A lo largo de su trayectoria, exploró diversas disciplinas deportivas, pero fue el windsurf el que lo cautivó por completo, impulsándolo a alcanzar nuevas metas y desafíos en el futuro.
Francisca se inició en el deporte a la temprana edad de cuatro años, inspirada por su hermano mayor. Inicialmente, acompañaba a su madre a las actividades deportivas de su hermano, hasta que se unió al grupo. Continuó practicando diversas disciplinas hasta los ocho o nueve años, cuando descubrió su pasión por correr durante un entrenamiento de preparación física. A partir de ese momento, el atletismo se convirtió en su foco principal, especialmente en 2021, cuando era el único deporte permitido debido a la pandemia. Actualmente, Francisca se dedica exclusivamente al atletismo, aunque también disfruta del windsurf como actividad recreativa. Su trayectoria deportiva demuestra su adaptabilidad y su compromiso con el deporte, encontrando en el atletismo su verdadera vocación.
Más allá de la competencia en sí, Francisca valora profundamente el ambiente que rodea a las carreras. Aunque no siempre percibe los gritos de aliento del público mientras corre, aprecia enormemente esos momentos en que los escucha, sintiendo el apoyo y la energía de la gente “a mí me gusta mucho escuchar a la gente que me alienta”. Además, disfruta de todo el proceso de preparación para cada carrera, desde los entrenamientos hasta la planificación estratégica. Pero, por sobre todo, destaca la oportunidad de conocer y conectar con otros corredores, creando lazos de amistad que trascienden el deporte. Para Francisca, correr no es solo una actividad física, sino también una experiencia social y emocionalmente enriquecedora.
Para Salvador, representar a la selección argentina y a su ciudad es una emoción indescriptible y lo que más le apasiona de su deporte. A diferencia de otras disciplinas, donde la selección es directa, en su modalidad debe ganarse un lugar a través de un proceso competitivo. Este proceso consta de varias etapas, y la primera de ellas se llevará a cabo próximamente en Potrerillos, Mendoza. La exigencia y el desafío que implica este camino hacia la selección hacen que la experiencia sea aún más gratificante y significativa para Salvador.
Hace unos meses Salvador participó en el Campeonato Sudamericano de Windsurf Fórmula Foil que se desarrolló en Montevideo, donde participaron 43 deportistas de distintos países. El joven juninense consiguió una medalla de bronce en la categoría Junior. Con este resultado dio inicio a su campaña olímpica para participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se realizarán en el año 2026 en África.
Francisca se encuentra en un excelente momento deportivo a nivel nacional, especialmente considerando que aún no compite internacionalmente en su categoría. A pesar de tener 12 años, se coronó campeona provincial en 1500 con obstáculos en la categoría U16, que incluye a chicas de 14 y 15 años. Además, posee la mejor marca a nivel nacional en dicha categoría. Su talento y dedicación la han llevado a obtener el subcampeonato provincial en 1200 en su categoría sub 14. Con estos logros y su destacada trayectoria, Francisca se perfila como una de las favoritas para la próxima Copa Nacional de clubes.
Como hermanos íntimamente ligados al deporte, Francisca y Salvador siempre buscaron la manera de competir juntos. Fue así como encontraron en duatlones y triatlones la oportunidad perfecta para compartir su pasión y adrenalina. Esta experiencia les genera una profunda emoción y felicidad. «Es algo emocionante», comenta Salvador, «mi hermana hace lo que más le gusta, que es correr, y yo me sumo en la bici». La sincronía y el compañerismo que demuestran en cada competencia es un testimonio del fuerte vínculo que los une, tanto dentro como fuera del deporte.
El 2024 fue un año de crecimiento y progreso tanto a nivel personal como deportivo para los dos hermanos. Tras un año positivo, Salvador destaca su participación en la Selección Argentina y su crecimiento con la tabla, lo cual significó nuevas experiencias y aprendizajes.
Francisca tiene varios objetivos ambiciosos para este año. En primer lugar, se propone alcanzar el podio en la Copa Nacional de clubes, un logro que significaría un gran paso en su carrera deportiva. Además, busca destacarse en carreras de calle, con la meta de subir al podio en eventos como los 5 km de McDonald’s y la carrera nocturna de Junín el 14 de febrero. En su camino hacia la excelencia, también aspira a revalidar el campeonato provincial obtenido el año pasado y a conquistar el campeonato nacional, demostrando su talento y dedicación en cada competencia.
Para este 2025, Salvador tiene como principal objetivo mejorar en la tabla. Esto implica mucho trabajo y dedicación para perfeccionar su técnica, su rendimiento y superar a sus competidores. Paralelamente, mantiene viva la ilusión de volver a representar a la Selección Argentina. Ser convocado nuevamente sería un gran honor y una oportunidad para demostrar su crecimiento y talento a nivel internacional. De esta manera, Salvador se prepara para un año de desafíos y metas ambiciosas, donde buscará consolidarse como un deportista de alto nivel y llevar en alto la bandera de su país.
Francisca y Salvador comparten un sueño ambicioso: los Juegos Olímpicos de la Juventud 2026. Esta competencia representa su mayor objetivo a corto plazo y a largo plazo, ambos hermanos visualizan la posibilidad de participar en unos Juegos Olímpicos, el evento deportivo de mayor prestigio a nivel mundial.
La familia juega un papel fundamental en el desarrollo de un deportista, especialmente a edades tempranas. El apoyo y acompañamiento familiar pueden marcar la diferencia. Así lo entienden Francisca y Salvador, quienes valoran enormemente el respaldo incondicional de sus seres queridos. «La familia es lo más importante, sobre todo para un chico deportista», afirma Francisca. «Sin familia, la verdad que cuesta más. Pero por suerte a nosotros nos acompañan siempre nuestra familia y siempre están apoyando ahí».