El Senasa actualizó el Reglamento Técnico de Identidad y Calidad de la Frutilla mediante la Resolución 877/2025, con el objetivo de homologar los estándares nacionales con los del Mercosur. Con esta modificación, Argentina adopta los criterios de clasificación regionales y facilita el comercio tanto dentro como fuera del bloque.
Según el organismo sanitario, a partir de esta actualización toda frutilla producida bajo normativa argentina será reconocida en cualquiera de los Estados Parte. La medida se incorpora al ordenamiento jurídico nacional en concordancia con el Reglamento Técnico aprobado por la Resolución GMC N° 11 del 15 de junio de 2023. De este modo, queda sin efecto la regulación previa, vigente desde 1996, que respondía a la Resolución GMC N° 85/96.
La armonización normativa permitirá reducir barreras técnicas, mejorar la competitividad del sector y fortalecer la inserción internacional de la producción argentina, además de garantizar estándares de calidad uniformes para los mercados interno y externo.
La frutilla en la provincia de Buenos Aires
La provincia de Buenos Aires concentra el 37% de la producción nacional, con 550 hectáreas cultivadas y un rendimiento promedio de 34 toneladas por hectárea. Dentro del Área Metropolitana de Buenos Aires, la Zona Sur -principalmente Florencio Varela, La Plata y Berazategui- aporta el 30% de la producción provincial. En particular, Florencio Varela reúne el 90% del volumen correspondiente al denominado AMBA Sur, según datos del Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense.
La cosecha principal se desarrolla entre septiembre y diciembre, período en el que el Mercado Central de Buenos Aires se abastece casi exclusivamente de producción bonaerense. En octubre, el precio mayorista promedio fue de 3.182 pesos por kilo, un valor estable con respecto al año pasado y el segundo más bajo de los últimos cinco años en términos reales, impulsado por una fuerte oferta local.
A nivel nacional, la producción anual ronda las 50.000 toneladas, con entre 1.500 y 1.700 hectáreas de siembra. Además de abastecer el consumo interno -estimado en un kilo por habitante por año-, el cultivo sostiene un crecimiento en las ventas externas. Entre enero y septiembre de 2025, las exportaciones alcanzaron los 4.185 millones de dólares, con un incremento del 35% interanual, impulsado por subas del 33% en frutilla congelada y del 79% en frutilla preparada. Norteamérica continúa siendo el principal destino, particularmente Estados Unidos, que absorbe el 81% de las compras de frutilla congelada argentina.






