Como actividad de cierre de la Semana Nacional de la Ciencia, promovida por el Consejo Interuniversitario Nacional, la doctora Delia Enria, exdirectora del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Doctor Julio Maiztegui” participó en la UNNOBA de un conversatorio en el que hizo un recorrido por su experiencia de trabajo junto al doctor Julio Maiztegui, en la lucha contra la Fiebre Hemorrágica Argentina, y abordó cuestiones vinculadas al presente y futuro de la ciencia.
El conversatorio fue moderado por la secretaria de Investigación, Desarrollo y Transferencia de la UNNOBA, doctora Carolina Cristina, quien dio la bienvenida y agradeció la predisposición de la doctora Enria para responder a preguntas que propiciaron un rico intercambio de ideas en torno a dilemas y desafíos de la actividad científica.
“Me siento honrada de estar aquí. Yo en mi vida no he hecho sino ejercer mi profesión que es la medicina. He sido un médico que tuvo una oportunidad en la vida. Pergamino, el Instituto Maiztegui y esta Universidad me dieron oportunidades que me permitieron desarrollar todo lo que yo soñaba”, dijo Enria en el comienzo.
“Haber podido describir bien una enfermedad junto a Julio Maiztegui, que tenía muy claro el camino a seguir, me facilitó las cosas. Nunca fue azaroso el trabajo realizado para lograr el control de la Fiebre Hemorrágica Argentina”, planteó y destacó la claridad científica de Julio Maiztegui.
“Reconozco en él a mi maestro”, sostuvo. Y abundó: “Yo vine con un espíritu preparado para recibir sus enseñanzas y tuve la posibilidad de estudiar en una muy buena universidad. A la gente que hace investigación siempre le digo que la penicilina fue un hallazgo casual, pero la casualidad solo ayuda a los espíritus que están preparados”.
En otro tramo del conversatorio, se refirió a la pandemia de Covid-19, describió sus vivencias como miembro del Grupo Estratégico de Expertos en Peligros Infecciosos de la OMS: “Me siento honrada de haber formado parte de ese grupo, creo haber hecho mis aportes, pero también aprendí muchísimo”.
Al hacer esta consideración se refirió a distintos aspectos del manejo de la emergencia sanitaria que supusieron la intervención de los especialistas y se detuvo en la utilización de plasma inmune: “Pude brindar la experiencia que tuvimos con la Fiebre Hemorrágica Argentina y no estuve de acuerdo con la aplicación de plasma a pacientes con Covid-19 porque no se cumplían principios básicos, y si algo aprendí de Julio Maiztegui es que la metodología científica no se negocia”.
Asimismo, hizo un recorrido por lo que fue el desarrollo de la vacuna Candid #1, y describió las dificultades y obstáculos que supuso lograr el licenciamiento y su aplicación.
Sobre el presente de la ciencia
Al ser consultada sobre cómo observa el presente de la ciencia argentina, expresó: “Algunos científicos no se sienten bien por el modo en que son tratados, pero a nosotros nos mandaron a lavar los platos durante algún tiempo. Y debimos traer a la sociedad con nosotros y fue la sociedad la que nos acompañó en el trabajo”, dijo. Y abundó: “Creo que la ciencia argentina está muy bien vista, ha tenido desarrollos increíbles, pero los científicos deben acercarse más a la sociedad y explicarle lo que hacen”.
En relación al financiamiento, sostuvo: “La ciencia básica debe ser financiada por el Estado y quienes la hacen deben explicarle a la sociedad porqué el conocimiento que producen le sirve a la gente. La ciencia básica tiene que hacerse entender”, recalcó.
En la misma línea, opinó sobre la transferencia: “Es la etapa más difícil porque pasa desapercibida. Debe haber una mayor interacción con el sector productivo, fortalecer las alianzas público- privadas, entendiendo que cuando las instituciones sociales comprenden el valor de un producto se acoplan para poder ayudar a su transferencia”.
El reto de las universidades
Al hablar sobre el rol de las universidades, recalcó la importancia de acercarse más al sector productivo desde las instancias fundantes de los proyectos e insistió: “Hay que explicarle a la sociedad porqué es importante hacer ciencia. Más ciencia significa más democracia”.
“Estamos viendo con demasiado pesimismo un momento que ha ocurrido otras veces. No hay que bajar los brazos. Hay que estimularse por la necesidad de llevar adelante un proyecto”, sostuvo
“Yo fui privilegiada de poder trabajar de lo que amaba. Como médica tuve la posibilidad de ver cómo una enfermedad que mataba a la gente, luego como un tratamiento disminuía la letalidad y más tarde como una vacuna lograba prevenirla. Eso no ocurrió sin dificultades, pero fuimos muy perseverantes”.
“A los jóvenes quiero decirles que este país puede ser malo en muchos aspectos, pero también es lo suficientemente bueno como para garantizar una enseñanza laica y gratuita en todas las etapas de la vida y a quienes hemos accedido a esa formación eso nos obliga a devolverle a la sociedad la inversión que ha realizado en nosotros”, añadió.
Un nutrido intercambio de ideas
El conversatorio contó con el aporte de preguntas del público, varias de ellas formuladas por estudiantes, y las reflexiones giraron en torno a tópicos diversos. Así hubo planteos sobre los movimientos antivacunas, la inteligencia artificial, el rol de la mujer en la actividad científica, y la importancia de “acercar a las infancias a la ciencia”.
Respecto de ello, afirmó: “Hay que acercar la ciencia a las infancias y hay que ser ejemplo. Antes de ser médica fui maestra, nací y me crié en una escuela y siempre recuerdo una consigna que había en mi secundaria: ‘Maestro para el niño, el ejemplo, siempre el ejemplo’. A las infancias las motivamos mostrando entusiasmo por lo que hacemos. Debemos traer a los niños a nuestro compromiso, pero para eso nosotros tenemos que estar convencidos de amar lo que hacemos”.
Una apelación
Sobre el final, en su condición de médica aprovechó la oportunidad para llamar a la población a vacunarse contra la Fiebre Hemorrágica Argentina e instó a persistir en la tarea de hallar alternativas al uso de plasma inmune de convaleciente para tratar esta enfermedad. “Me gustaría ver un proyecto en este país de monoclonales terapéuticos para FHA, porque estoy segura que el modelo de enfermedad brinda a los anticuerpos monoclonales una alta chance”, opinó.