Parecen juguetes, se venden como juguetes, pero son peligrosos para grandes y chicos. Se trata de armas que disparan bolitas de hidrogel, de las que la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) informó que “no cumplen normas de seguridad y pueden generar daños oculares”, “asfixia” y “otras lesiones como hematomas e inflamaciones en la piel”.
El presidente de CAIJ, Matías Furió, informó que “en el país no se fabrican réplicas de armas porque consideramos que fomentan la violencia y no creemos que sea el juego adecuado para nuestros niños”.
La CAIJ afirmó que “a pesar de estar publicadas en plataformas de comercio electrónico y a la venta en diferentes jugueterías, este producto no debería ser comercializado como tal porque no cumplen con la norma técnica ya que los proyectiles que disparan exceden los límites de tamaño, pudiendo generar lesiones como la asfixia, daños oftalmológicos e inflamaciones en la piel”.
“A modo de ejemplo -continúa la entidad- en Paraguay un bebé de 10 meses sufrió lesiones leves en un brazo y una pierna tras recibir disparos de hidrogel”.
“Vemos chicos en la vía pública disparándose entre ellos y a transeúntes como si fuera una ejecución de una persona, a partir de los ‘desafíos’ o ‘retos’ que se gestan en redes sociales”, señalaron.
Furió informó, por su parte, que “estos productos no deberían comercializarse, al no estar certificados. Hemos detectado que muchas versiones vienen con baterías de litio inseguras que pueden además provocar una explosión”.
Además, sostuvo “que el mercado está explicado en un 30% por productos importados de dudosa procedencia, que ingresan por contrabando, generan fraude marcario y no cumplen con la norma técnica de seguridad”.