A las 19.15 del domingo, la calma que reinaba en el primer piso del Hotel Libertador fue interrumpida por los gritos y festejos provenientes del piso 21, desde dónde el flamante legislador, Manuel Adorni, seguía de cerca los resultados de su elección junto a su familia, el presidente Javier Milei y la secretaria general de la Presidenta, Karina Milei.
Los primeros resultados publicados en la página revelaban que el vocero presidencial se imponía en la primera elección de peso que le permitió a La Libertad Avanza firmar el acta de defunción del PRO al tiempo que consolidó al sello como la fuerza más votada en la Capital Federal, con el doble de apoyos que en los últimos comicios.
Algunos pisos más abajo, en el 18 de la lujosa torre, el Gabinete casi completo, a excepción de Sandra Pettovello (Capital Humano) y Gerardo Werthein (Relaciones Exteriores y Culto) en Roma, armadores de los distintos distritos e influencers festejaban entre sanguchitos y gaseosa a la espera de las palabras de Silvia Lospennato (PRO) y Leandro Santoro (Es Ahora Buenos Aires).
Pese a la derrota directa de Mauricio Macri, el bunker violeta celebró con moderación la victoria instrumentada por Karina Milei, que en su calidad de titular del espacio y armadora política logró sintetizar en Adorni la campaña que dio por terminada con la hegemonía amarilla en la Ciudad.
“Gran momento, gran futuro. Dios bendiga a la República Argentina. Fin”, publicó el vocero en sus redes junto a una foto en la que se lo veo rodeado por el Triangulo de Hierro y su esposa. La imagen traduce la tregua libertaria que, pese a las diferencias en los armados, logró ordenarse detrás de la candidatura porteña.
Cuando los relojes daban las 20, con casi medio millón de votos, la dirigente y jefa de campaña porteña Pilar Ramírez ingresó al escenario, montado en el primer piso del hotel, escoltada por los ministros. “No tengas dudas a quién votar, votalo a Adorni porque el PRO no existe más”, coreó entre las luces violetas, a la espera de la llegada del mandatario.
Algunos minutos después, el Presidente se apersonó, secundado por Karina Milei, y saludó con marcada euforia a los presentes. En una breve intervención agradeció al asesor presidencial, Santiago Caputo, y a la menor de los Milei, que cosechó un fuerte aplauso de los presentes, incluso del consultor.
“¡Hola a todos! La verdad que es importante tener conciencia que hoy es un día bisagra para las ideas de la libertad. Hoy se pintó de violeta el bastión amarillo y a partir de ahora ¡a pintar de violeta todo el país! ¡Gracias!», vociferó Milei frente a una pantalla que mostraba la fotografía de Karina y Adorni abrazados con la leyenda “gracias”.
En último lugar, al ritmo de Eye of the Tiger de la histórica película de Rocky Balboa, Manuel Adorni hizo su ingreso al salón, y después de destacar el apoyo en las urnas, lanzó un llamado de tabula rasa a todos los sectores políticos “que acompañen la agenda” libertaria a sumarse al espacio libertario.
El mensaje tenía un claro destinatario: los dirigentes del espacio perdedor de la jornada, a quienes el Gobierno busca seducir para cerrar un pacto electoral en la provincia de Buenos Aires pese al rechazo de Macri, a quien Milei tildó esta tarde de “llorón”.
“Lo que hoy dejó esta elección fue el aprendizaje de que somos el mejor instrumento para terminar de una vez y para siempre con el kirchnerismo que no ha sido más que una tragedia para la Argentina”, concluyó, no sin antes pedir que vuelvan a corear su nombre otra vez.
El primero en hacerlo fue el propio Milei que, a los gritos, invitó a los presentes a imitarlo y dedicó varios minutos a abrazar al ganador y a varios de sus funcionarios, en especial a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, una de las últimas referentes en sumarse a las filas de LLA tras su ruptura final con el partido que conduce Macri.
El acotado festejo en el escenario incluyó a José Luis Espert, el futuro cabeza de lista bonaerense que se sumó a celebrar.
Debajo del escenario, visiblemente alegre, una importante voz con acceso al despacho presidencial se mostró eufórico: “La próxima vez ponganlo en modo difícil. Fue muy fácil”, se jactó respecto a los 233.474 votos que distanciaron a Lospennato de Adorni.
Desde el entorno del vocero pregonaron moderación y cautela. Si bien no se privaron de celebrar, dejaron en claro que se trató de una elección a legislador. Por el contrario, la juventud encolumnada detrás de la figura de Santiago Caputo se veía exultante. Sabían que la elección era una medición directa contra Mauricio Macri en la que habían ganado la pulseada.
Los resultados no sorprendieron. “Al PRO lo enterramos”, se jactaban distintos referentes violetas a las 18, cuando los primeros boca de urnas llegaban a los teléfonos mientras comían pastrafrolas, brownies y café a metros del escario.
Las comunas de Devoto y La Boca fueron las mesas testigo para los libertarios que recorrían el primer piso del Hotel Libertador y se esperanzaban con el primer lugar.
Entre el público asistente se vio al equipo económico que rodea a Luis Caputo en el ministerio, y destacaron los diputados nacionales Santiago Santurio, Alberto Benegas Lynch (hijo), Juliana Santillán y Lisandro Almirón. También se lo vio al diputado bonaerense Agustín Romo; al secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo; y al armador de la provincia, Sebastián Pareja.
Martín, Sharif y Eduardo Menem estuvieron por los pasillos del hotel que también albergó a los tuiteros libertarios Daniel Parisini, mejor conocido como “El Gordo Dan”, Lucas “Sagaz” Luna, Macarena Alifraco, y Juan Carreira.
La lista de presentes fue variada e incluyó a personalidades excéntricas como la del diseñador Roberto Piazza, al actor Alfredo Casero, y al cineasta libertario Diego Recalde.
Por una noche las diferencias internas quedaron de lado y los distintos sectores que confluyen en La Libertad Avanza depusieron los debates para celebrar de forma conjunta el triunfo porteño y la derrota de Mauricio Macri, el enemigo común. ¿Mañana? Mañana será otro día.
