Rocío Palmieri, joven promesa del básquet femenino juninense, da un salto importante en su carrera al incorporarse a Unión Florida de Vicente López. Con tan solo 16 años, formada en las canteras de San Martín y Ciclista, se prepara para afrontar un nuevo desafío en uno de los clubes más prestigiosos del ámbito nacional.
Rocío, cuyo inicio en el básquet se remonta a San Martín y que luego tuvo un paso por Ciclista, demostró su potencial desde temprana edad. A los 13 años, ya formaba parte del equipo de Primera División de Ciclista, siendo pieza clave en la obtención del campeonato local y el ascenso al Pre Federal de Mayores en 2022. Tras su regreso a San Martín en 2023, continuó cosechando éxitos, consagrándose campeona del Clausura local en las categorías U15 y Primera, y obteniendo el título zonal con la selección de Junín en U15 el año pasado.
“Yo arranqué en el club San Martín a eso de los 5 años», relata Rocío sobre sus comienzos en el deporte, «porque mi papá, mi abuelo y mi hermano jugaron ahí. Así que fui entrando en el deporte y el club por mi familia». El arraigo familiar y la cercanía al club moldearon sus primeros pasos en el deporte.
La tracción por el deporte que ve Rocío es la filosofía de la revancha, una enseñanza que le marcó un profesor y que lleva día a día con ella: «me lo dijo un profesor y siempre me quedó marcado que el básquet siempre te da revancha, eso es lo que más me gusta. Por ahí, perdiste una pelota y después hiciste una asistencia o metiste un punto, entonces, ya lo malo se convirtió en bueno». La capacidad de redención y la posibilidad de transformar un error en una jugada son, para ella, la esencia misma de este deporte.
La vida deportiva de Rocío se basa en un esfuerzo constante y una actitud que nunca se rinde, «creo que todo lo que logré es por esforzarme. Mi familia y mis entrenadores saben que, llueva, haga calor, me sienta un poco mal, esté de mal humor o tenga mucha tarea del colegio, siempre voy a entrenar». Para ella, no hay excusas que valgan cuando se trata de perseguir su pasión. «Creo que mis triunfos son porque nunca me doy por vencida. Si perdemos un partido, sé que, en el próximo, contra el mismo equipo, voy a dar todo de mí para ganar».
Tras la disolución del equipo femenino en San Martín, Rocío encontró en Ciclista un nuevo hogar para su pasión por el básquet. El club, con la ambición de competir en el Pre Federal de mayores, requería jugadoras jóvenes, y Rocío, junto a tres amigas de toda la vida, fue convocada para integrar el plantel. Este llamado, más allá de la alegría evidente por ver los frutos de su entrenamiento, fue asumido con gran responsabilidad. Entendía que el equipo de mayores dependía de su compromiso, por lo que la asistencia a los entrenamientos y el respeto hacia sus compañeras se convirtieron en prioridades absolutas. A sus 13 años, demostró una madurez admirable, comprendiendo que su participación trascendía el simple hecho de jugar, implicando un compromiso serio con el club y sus compañeras.
Su paso por la selección de Junín le dejó a Rocío no solo logros deportivos, sino también valiosas amistades. Representar a su ciudad, tanto en la categoría U15 como en la U17, fue una experiencia muy satisfactoria para ella. En la categoría U15, lograron el campeonato provincial, un hito importante en su carrera. En la categoría U17, aunque no obtuvieron los mismos resultados en el Final Four provincial, el simple hecho de llegar a esa instancia fue un logro significativo, ya que fue la primera vez que un equipo femenino de Junín alcanzó ese nivel.
La decisión de Rocío de unirse a Unión Florida surgió de su deseo de elevar su nivel de básquet y perseguir su sueño de ser profesional. «En el 2023, ya me había planteado que quería hacer un poquito más de lo que estaba pasando en Junín en el tema del nivel de básquet», explica. «Yo quiero seguir jugando e intentar llegar a hacerlo
profesionalmente. Entonces, en diciembre se abrieron pruebas de jugadores en distintos clubes. Yo fui a varias y creo que el club que más me gustó, que es muy parecido a San Martín de cómo se manejan, fue Unión Florida. Entonces fue el elegido, además de que el entrenador es muy copado, las chicas también y me dijeron que les gustaría que formara parte del plantel de U17”.
Los objetivos de Rocío en Unión Florida se centran en el aprendizaje y el crecimiento constante. «Primero que todo, aprender, seguir aprendiendo», enfatiza, «porque me mudé a Buenos Aires, que es un recambio y además me mudé para seguir jugando en otro nivel. Todo es bastante grande, pero lo primero es aprender y seguir llevándome experiencias». La joven jugadora reconoce que el desafío es grande, pero su mentalidad está puesta en absorber conocimientos y aprovechar cada oportunidad para crecer como jugadora.
El apoyo incondicional de su familia ha sido fundamental en el camino de Rocío. «Están muy orgullosos, mi papá, mi mamá y toda la familia también», afirma con gratitud. «Pero mi papá por ahí lo toma más cercano porque él fue jugador de básquet y él creo que lo vivió como yo lo estoy viviendo. Entonces, deben de estar re orgullosos y felices de lo que estoy haciendo, lo que quiero y gracias a Dios me pueden ayudar». La conexión especial con su padre, quien comparte su pasión por el básquet, hace que este logro sea aún más significativo para ambos. El respaldo familiar, tanto emocional como práctico, le permite a Rocío perseguir sus sueños con confianza.
Rocío Palmieri vive un presente de ensueño, pero no deja de mirar hacia el futuro con ambición. «Estar en un equipo que juega la liga, con eso ya estoy cumpliendo un sueño, más allá de que no esté en el plantel todavía de la liga, pero que si sigo esforzándome lo voy a lograr», expresa con determinación. «Eso es un objetivo, pero más a largo plazo. Y ahora la verdad que estoy cumpliendo un sueño. Entonces, estoy agradeciendo y viendo qué sucede pero que por lo menos lo intenté. No me quedé con las ganas». La joven jugadora valora el momento presente, pero no renuncia a sus metas más ambiciosas, como integrar el plantel de la Liga Femenina.
En el cierre de esta etapa, Rocío no olvida a quienes la acompañaron en su camino. «Quiero agradecer a Sandra Escandolera, a Kevin, Manu Gómez, Damián, a Mica Peira, a Belu, a todos los que estuvieron ahí dándome una mano», expresa con gratitud. “Por eso estoy adonde estoy también». A este agradecimiento, Rocío suma el reconocimiento a su familia, pilar fundamental en su desarrollo deportivo y personal.