En Junín, emerge una joven promesa del motociclismo: Hugo Casanovas. Con tan solo 9 años, este talentoso piloto está dejando su huella en cada podio que pisa, demostrando una pasión y habilidad que deslumbran a propios y extraños.
Los inicios de Hugo en el mundo de las dos ruedas fueron tan espontáneos como reveladores, “un vecino un día me invitó a las carreras, lo fui a ver y me encantaron, me encantaron las motos», relata con la inocencia y el entusiasmo propio de su edad. Aquella visita al circuito local encendió una chispa que rápidamente se convirtió en un fuego imparable.
Al regresar a la casa, Hugo no dudó en compartir su entusiasmo con su familia, «cuando vine le dije a mi papá que quería ser piloto de moto». La respuesta de su padre no se hizo esperar, apoyando incondicionalmente el sueño de su hijo. «Y como a los dos o tres días me consiguió una moto para andar», recuerda.
Desde aquel primer contacto con una moto, Hugo no paró de crecer y perfeccionarse. Su dedicación y talento natural lo llevaron a conquistar los primeros puestos en diversas competiciones de su categoría, consolidándose como una figura destacada en el panorama del motociclismo infantil. Con cada carrera, Hugo no solo suma trofeos, sino que también inspira a otros jóvenes a perseguir sus sueños con la misma pasión y determinación que él demuestra en cada aceleración.
Su entusiasmo por el motociclismo se revela en cada palabra. Aquella primera experiencia fue un flechazo genuino. «Me gustó desde un principio, si no me gustaba lo iba a dejar, pero me encantó», afirma con convicción, dejando claro que su pasión por las motos es profunda y sincera.
Para Hugo, la esencia de la competencia va más allá de la simple velocidad. Describe con una claridad sorprendente lo que realmente disfruta: «lo que me gusta es cuando largo mal y después me encanta ir rápido, prolijo y pasando eso me encanta». Esta descripción revela un piloto estratégico y con visión, que no solo busca la adrenalina de la velocidad, sino también la satisfacción de una maniobra bien ejecutada y la superación de sus rivales en pista.
En resumen, para Hugo, el motociclismo no es solo una actividad, sino una experiencia que lo apasiona en su totalidad. Disfruta de la velocidad, la estrategia de la competencia y hasta de los pequeños desafíos mecánicos que puedan surgir. Su rápido inicio en las carreras y su clara inclinación por la precisión y la superación en pista auguran un futuro prometedor para este joven talento juninense.
En los días de competencia, Hugo exhibe una madurez emocional sorprendente para su corta edad. «Yo lo vivo bien», afirma con una tranquilidad que contrasta con la adrenalina del entorno. Sin embargo, reconoce la realidad de la competición: «Capaz que algunas veces renegado. Porque no todas las veces sale todo bien». Esta honestidad revela una comprensión temprana de los altibajos inherentes al deporte. A pesar de los momentos de frustración, su perspectiva general es positiva: «Pero yo lo disfruto, capaz que algunas veces me pongo nervioso, pero después recupero la valentía y sigo para adelante.» Esta resiliencia y determinación para superar los obstáculos son un claro indicativo del carácter competitivo y la pasión que impulsan a este joven piloto juninense en cada carrera.
Hugo tiene la mirada puesta en metas ambiciosas dentro del motociclismo. «Mi mayor logro es el asfalto que ya estamos y mi sueño es llegar al GP», confiesa con la ilusión palpable de un joven talento con grandes sueños. Su objetivo principal es claro: «ser profesional”. Consciente del camino que tiene por delante, Hugo se muestra optimista y enfocado: «por ahora estamos yendo en el camino indicado». Esta afirmación sugiere que, a pesar de su juventud, cuenta con el apoyo adecuado y está dando los pasos necesarios para alcanzar sus ambiciosas metas en el mundo del motociclismo de asfalto.
Reflexionando sobre su desempeño en el año 2024, Hugo demuestra una madurez autocrítica admirable. » Fue un año excelente, de buen trabajo. Aunque en algunas carreras tuve algunos errores, pero de eso también se aprende», comenta, esta perspectiva de crecimiento continuo es fundamental en el desarrollo de cualquier deportista.
Hugo y su equipo ya están enfocando sus esfuerzos hacia el asfalto, un nuevo terreno que se abre en su carrera. «Ya nos estamos enfocando un poquito en el asfalto, capaz que entrenamos en alguna carrera como entrenamiento no como carrera», detalla, subrayando una estrategia inteligente para ganar experiencia en esta nueva superficie sin la presión de la competencia directa. Este enfoque metódico y la mención de usar carreras como entrenamiento demuestran una planificación a largo plazo.
El joven piloto cuenta con un sólido equipo de apoyo, encabezado por su núcleo familiar. «Toda la familia, papá, mamá y mi hermana», menciona con cariño, resaltando la importancia del sostén emocional y logístico que le brindan sus seres queridos en cada paso de su carrera.
Además del respaldo familiar, Hugo también cuenta con otros aliados como, «refinería Junín que nos da el apoyo, que es nuestro sponsor», explica, reconociendo la crucial contribución económica que le permite afrontar los gastos inherentes a la competencia y el entrenamiento.
En su preparación física y mental, se apoya en profesionales dedicados. «Martín Porras del Club Moto Junín que me entrena, mi nutricionista y a Fer que me hace bueno, Hugito Angelo, que fue mi primer preparador y siempre lo tenemos a la vista», detalla. Este equipo multidisciplinario demuestra el compromiso y la seriedad con la que Hugo y su entorno están abordando su desarrollo como piloto, sentando bases sólidas para su futuro en el motociclismo.