Hoy 13 de octubre, se celebra el Día del Psicólogo en nuestro país, en conmemoración al “Primer Encuentro Nacional de Psicólogos y Estudiantes de Psicología”, en el año 1.974, donde se gestó un clima de discusión y lucha, en pos de reivindicar el lugar de la profesión. Es, en homenaje a esta lucha, que se instaura el 13 de octubre, como el Día del psicólogo, en la Argentina.
En lo personal, considero que no solo este día, sino todos los días, constituyen una oportunidad para reflexionar y pensar, sobre nuestras prácticas, e interpelar, sobre el valor de nuestra profesión, en la salud, y en la sociedad.
Yo estudié en mi ciudad, Junín, cuando la carrera de psicología, había sido gestionada por primera vez, proveniente, de la Universidad Nacional de Rosario.
Cuando me recibí, en el año 2006, hace dieciséis años, la función del psicólogo no estaba plenamente incorporada en todos los servicios de salud, ya sean públicos o privados. Existían espacios, pero éstos eran reducidos y difíciles de alcanzar para el psicólogo recién recibido. A diferencia de lo que ocurría y sigue ocurriendo, con otras profesiones, por ejemplo, las médicas y sus derivadas.
Avances
Si bien se han producido avances, en relación a la inserción de la psicología y la importancia de la Salud Mental de la población, continúa siendo necesario bregar por su lugar, en los planes de la Salud Pública, Organismos y ámbitos privados. Ampliar los espacios para las mismas, profundizar sus acciones.
Yo comencé, -y continúo- trabajando como psicóloga, en la Municipalidad de Junín, en los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS). En ese entonces, la figura del psicólogo, para la atención clínica, no estaba prevista dentro los mismos.
Me encontraba desarrollando tareas en el municipio como pasante, desde el año 2005, y al recibirme, al siguiente año, logré insertarme en las salas sanitarias.
Al mismo tiempo, me capacité en práctica procesal, y me desempeño desde el año 2009, de manera ininterrumpida, como perito psicóloga Auxiliar de la justicia, en el departamento judicial Junín.
No obstante, para ampliar el horizonte laboral, difícil, en ese entonces, en el año 2012, incursioné en la modalidad de Educación Especial, y gracias a mi título de psicóloga, me desempeñé en cargos como maestra de la modalidad, en el Centro de Atención Temprana del Desarrollo Infantil, “Dr. Florencio Escardó” (CeAT Nº 1) durante casi diez años, y recientemente, en la Escuela Especial Nº 503, “Dr. René Favaloro”, en el cargo de Trastornos Severos de la Personalidad.
Actividades, que también me apasionan (en realidad me apasiona todo lo que hago), y me motivaron a realizar la Especialización Superior en Intervención y Estimulación Temprana, que culminé en CABA, y a iniciar, la carrera de Educación Especial con orientación en Discapacidad Intelectual, en la ciudad de Lincoln, ya, en una etapa avanzada de la misma.
Considero, a la capacitación y a la formación profesional constante, como un pilar fundamental de nuestra práctica, lo que la valoriza. Junto al sentido de responsabilidad y ética profesional, que hace inalterable, esta maravillosa profesión.
Licenciada E. Chiesa
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