La Policía de la Ciudad secuestró este martes alrededor de un millar de granadas de fusil
y otros explosivos, supuestamente desactivados, durante un allanamiento realizado en un local del microcentro porteño.
El operativo se llevó a cabo en un comercio de rezagos militares y camping, ubicado en Hipólito Yrigoyen y Salta, a pocas cuadras de la Plaza de Mayo, tras la denuncia que realizó un particular.
Intervino el Juzgado Federal Número 9, a cargo de María Eugenia Capucheti, el fiscal Guillermo Marijuan y la Divisón de Investigaciones de Armas de Fuego y Explosivos Ilícitos de la
Ciudad de Buenos Aires, cuyo personal encontró cerca de un millar de granadas y otro explosivos.
A través de internet se comercializaban esos elementos, supuestamente destinados a coleccionistas; de todas maneras, las autoridades decidieron secuestrar todo el material considerado peligroso.
El allanamiento se concretó a pocas horas de una marcha convocada para este miércoles por grupos piqueteros en Plaza de Mayo, pese al anuncio del gobierno nacional en torno a los límites que se implementarán para evitar el corte de calles.
Lo cierto es que, según las fuentes del caso, las granadas de fusil encontradas deberán ser trasladadas por la Brigada de Explosivos hacia un lugar seguro, ya que la detonación controlada no se puede hacer en el lugar, como suele suceder cada vez que se encuentra armamento o paquetes sospechosos.
“Inicialmente, era una persona que vendía armas por una plataforma de compra y venta en la web: vainas y un mortero. Cuando se lo detuvo, dio la dirección donde compraba el armamento, una suerte de mayorista, que es el local que se allanaba este martes”, ampliaron las fuentes sobre cómo llegaron al comercio donde se venden insumos para camping, entre otras cosas.
“Tenía en la vidriera un artículo similar a uno de los morteros que vendía inicialmente el detenido, y hay unas mil granadas de fusil”, describieron las fuentes lo que encontraron en el procedimiento que todavía se realiza en el lugar. Más tarde, las cifras sorprenderían a los propios investigadores.
Por caso, en la página web del comercio allanado, en la pestaña “productos” se ofrecen cajas de munición, cargadores, cascos y vainas, entre otras cosas.