Por Claudia Birello
Para Grupo La Verdad
Don Marcelio Scaglione había comenzado a trabajar a los 11 años y llegaría a ser Jefe de la Estación en Junín.
Así como La Verdad fue reflejando, a fines de la década del 30, cómo se proyectaba la ciudad tras la adquisición de los terrenos que habían pertenecido al Central Argentino, también volcaba en sus páginas, el sentir de aquellos que habían formado parte de la empresa.
Tanto el recuerdo de quien fuera Jefe de la Estación, Don Marcelino Scaglione como la de Juan Martinelli y Demetrio Martinelli –padre e hijo respectivamente-, y un trabajo de más de medio siglo.
En cuanto al destino de los más de 140.000 metros cuadrados, se iban a destacar la construcción de la sede de la Sociedad Comercio e Industria donde aún hoy se encuentra emplazada sobre calle 25 de Mayo y los primeros pasos dados hasta llegar a dar espacio a la actual –aunque por poco tiempo-, “Estación Central de Colectivos de Junín”.
TERCERA PARTE
Soc. Com. e Industria edificará su sede social
Con las perspectivas que ofrece la próxima transformación de parcelas de tierra que ha venido ocupando la Empresa del Central Argentino con sus instalaciones ferroviarias, la Sociedad Comercio e Industria se apresta a materializar un viejo anhelo de sus asociados, que representan las fuerzas vivas de Junín, al proyectar la construcción de un gran edificio que además de reunir la amplitud y comodidad necesarias para el funcionamiento de la sede social, serviría para la instalación de una importante sala de espectáculos públicos.
Con miras a la realización de tal propósito, recientemente efectuóse una asamblea extraordinaria en la cual el señor José Di Marco, presentó a consideración de la misma, el proyecto a que antes aludimos, habiendo merecido la aprobación general de los asistentes.
En dicho acto quedó constituida una comisión especial que deberá correr con los estudios previos y que según se nos informa, se halla empeñada en estos instantes, en recabar opiniones autorizadas para que el asunto se encuentre listo a la mayor brevedad.
En otros términos, sabemos que son óptimas las impresiones recogidas, notándose en general un señalado entusiasmo para la cristalización de la obra referida.
Tras de concretarse algunos aspectos que darán forma práctica a esta iniciativa, es muy posible que el comienzo de dicha edificación se lleva a cabo a mediados de este año.
La Estación de colectivos
En sesión del Concejo Deliberante del mes de septiembre de 1938, se dio entrada a un proyecto de los concejales Hintze, Borchex y Pérez Herrera, por el que se autorizaba al D.E. a establecer un sitio para una estación de pasajeros que podría denominarse “Estación Central de Colectivos de Junín”, con todas las comodidades necesarias y donde quedaría centralizada la entrada de pasajeros y coches para ese servicio público.
Con destino al estudio previo, se da entrada también a un mensaje del D.E. adjuntando un proyecto de ordenanza por el cual se destina la planta baja del edificio que ocupó la estación del Central Argentino, para la centralización de los transportes colectivos de pasajeros comunales e intercomunales.
En la misma nota se hace constar que se desiste por lo tanto, de instalar en las referidas dependencias, el Consejo de Higiene, para cuyo funcionamiento se buscará un lugar más adecuado.
Don Marcelino Scaglione, ex jefe
En una finca de la calle Juan B. Alberdi N° 177 entrevistamos al ex Jefe de la Estación del Central Argentino, Don Marcelino Tomás Scaglione, en instantes que el estimado vecino se encontraba en la puerta de su domicilio conversando con varios amigos.
Como ya conocía los propósitos que nos hacían llegar hasta él, previamente nos ubicó en un bien instalado comedor y allí, en aquel vistoso aposento, entre bocanadas de humo y algunos sorbos de café, obtuvimos de la gentileza de nuestro interlocutor, algunos datos muy interesantes que enseguida consignamos.
-Nací en Burzaco, el 26 de Abril de 1871. En calidad de practicante de telégrafo, a los 11 años, ya estaba alistado a los Ferrocarriles Provinciales. Cuando Junín era solo una tapera, allá por el año 1891 la empresa me incorporó al servicio activo de la estación local, como telegrafista.
En ese entonces desempeñaba el cargo de Jefe, Don Juan Batac y anteriormente a éste lo fue Don Esteban Cichero, quien, recuerdo muy bien, habilitaba el edificio que todavía ocupa la cuadrilla de Vías y Obras del Ferrocarril Central Argentino.
Después de haber trabajado siete años en compañía del Sr. Batac, quien fue para mí, no el superior sino un verdadero camarada, me ascendieron a la categoría de auxiliar.
Como la empresa me envió a otras estaciones de distintos puntos de sus líneas, volví a Junín, ya en el puesto de Jefe, el 26 de noviembre de 1910, cuando el Sr. Batac se había retirado de sus funciones, para entregarse a las actividades comerciales.
Poco antes de mi arribo se produjo un episodio relacionado con la apertura de varias calles.
En efecto, sobre los murallones de la calle 25 de Mayo, a escasos metros de la calle Quintana, fue colocada una poderosa bomba explosiva que al explotar ocasionó algunos daños a la antes referida construcción.
Enterado de que se había constituido una comisión vecinal integrada por los señores Manuel Mancho, Luis Peiro, Narbondo y otros, que gestionarían la apertura de la calle Mendoza, procuré ponerme en contacto con ellos para coordinar ideas y ver en la forma que mejor podía encararse la solución de tan importante problema urbano. En una de las tantas reuniones que efectuamos, se convino que la comisión vecinal se trasladara a Buenos Aires, para que juntamente con el gobernador Arias, se hiciera el petitorio aludido, a las autoridades ferroviarias. De las diligencias efectuadas con tanto éxito, calle Mendoza quedó librada al tránsito público en 1912.
Como dato interesante pueden decir que el año 1893, las líneas del Ferrocarril Central Argentino que llegaban a Junín, iban a ser extendidas al Oeste, con las perspectivas que es fácil imaginar, pero, no sabría decir por qué razones, algunas obras de terraplenes que se estaban realizando, fueron suspendidas definitivamente, lo que trajo como consecuencia que las vías se dieran por terminadas sobre calle Ameghino.
No lo creerán, pero la desaparición del Central Argentino, que ya resulta un hecho, me entristece, pues aquellas cuatro paredes que me albergaron durante tanto tiempo, encierran para mí un montón de recuerdos gratos.
Me concedieron la jubilación el 31 de Octubre de 1923, es decir que hace 15 años que disfruto de ese retiro, sin haberme ocupado nunca más de otras preocupaciones que las que tienen que ver con mi hogar.
Más de medio siglo de trabajo en los galpones
No hay duda que el levantamiento de las instalaciones de la estación de Ferrocarril del Central Argentino, tarea a que se ha dado principio, es un motivo de honda satisfacción para todos los habitantes de la ciudad, por cuanto representa la realización de un antiguo anhelo que el progreso edilicio de Junín requería indefectiblemente.
Pero no hay duda que en muchas personas no dejará éste hecho, de causar, por lo menos un fugaz momento de tristeza, al recorrer con la memoria los largos años transcurridos, por razones de trabajo, en esas antiguas instalaciones.
Tal es el caso de nuestro antiguo convecino Juan B. Martinelli, que actuó en el movimiento de carga, descarga y manipulado de cereales en los galpones que actualmente se desmantelan, desde el año 1886 hasta 1919. Y bajo parecido aspecto, su hijo, el actual gerente de la Liga Agrícola Ganadera, Don Demetrio E. Martinelli ha desarrollado gran parte de sus actividades en los mismos galpones, desde 1912.
Dos generaciones y más de medio siglo de trabajo que seguramente han de ver con pena desaparecer el escenario de sus actividades diarias, desde donde conquistaron el aprecio y respeto de sus convecinos.
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